Buscando nuevos lienzos

El lienzo en blanco o la simple hoja de papel ha acompañado durante siglos la inspiración de los artistas. La carrera para buscar nuevos soportes se ha acelerado a lo largo de las últimas décadas, y materiales o virtuales, todo sirve. El artista Imanol Marrodán (Bilbao, 1964) dirige estos días un taller en Bilbao arte enfocado en experimentar con técnicas y soportes no convencionales, introducir métodos industriales en la creación artística y probar con las imágenes virtuales que sólo existen en el ordenador.

Marrodán, autor de esculturas públicas colocadas en las peñas de Aia, en Amurrio, Oiartzun y Vitoria, entre otros trabajos, también reserva en el programa un hueco para las ideas. "Sin un discurso sólido, ni los soportes ni la tecnología sirven de nada", advierte. "El artista debe estudiar el contexto y, sobre todo, reflexionar sobre el ser humano y la naturaleza, sobre su identidad, el compromiso social, la limitación de los recursos o la historia del arte".

El taller ya ha abierto un espacio en Internet para difundir las imágenes creadas

La utilización del ordenador en el proceso permite "pintar sin pinturas"

Sobre la mesa en la que trabaja Marrodán reposa una botella de aceite de linaza, el mismo material que desde hace siglos ha servido a los artistas para diluir la pintura al óleo. "Experimentamos con los materiales tradicionales sobre nuevos soportes", explica. "Se trata de relacionar los conceptos pictóricos y los modos de representación que conocemos incorporando nuevas tecnologías. La unión de la tradición y lo nuevo nos muestra que aún es posible innovar en los procesos de representación pictórica".

En el taller prueban a pintar, por ejemplo, sobre paneles de aluminio, pvc, metacrilato o vinilo, utilizando óleo o acrílico fabricados para su uso artístico o pinturas de carrocería que aplican con pistola, alterando el procedimiento industrial para variar el resultado. "El primero que prueba soy yo", reconoce Marrodán. "Hay que ver cómo se comportan y arriesgarse a mezclar, a cruzar materiales y técnicas. E intercambiar experiencias entre los participantes. De la interrelación surgen los hallazgos".

La fotografía tiene su espacio propio en la reflexión sobre los soportes para el arte. "La fotografía liberó a la pintura de la necesidad de reproducir la realidad", rememora el responsable del taller entre muestras de materiales tratados y proyecciones de imágenes creadas con ordenador. "Ahora, paradójicamente, con la fotografía nos alejamos de la representación para acercarnos a conceptos pictóricos", abunda.

En su evolución el taller pasa de la parte más física de la obra a lo virtual, con el uso del ordenador para "pintar sin pinturas", recalca Marrodán. Y a las posibilidades de comunicar el trabajo a través de Internet. Ya han abierto una carpeta en la página de intercambio de fotos www.flickr.com para difundir las imágenes creadas.