De escándalo

En las páginas de Economía de EL PAÍS del 11 de mayo, bajo el titular Los 562 altos ejecutivos del Ibex cobran 915.000 euros de media, se explicitan unas retribuciones de auténtico escándalo. Altos directivos del Banco Santander, así como consejeros con funciones ejecutivas del mismo grupo, cobraron el pasado año cuatro millones de euros por persona.

Son retribuciones, insisto, escandalosas. Cualquiera que sea el nivel de formación, así como de gestión, de tales altos ejecutivos, no puede explicar, menos aún justificar, ese monto de retribuciones, tanto dinerarias como en especie. Son cifras astronómicas, desmesuradas, desproporcionadas, injustas. Extremadamente injustas. Con crisis y sin crisis, con capitalismo salvaje (actualmente vigente, de facto) y civilizado (el que nos presentan).

Producen sonrojo, vergüenza. Son trasunto de una falta de sensibilidad social, de una ausencia de humanidad. Resulta inevitable la comparación con el otro extremo, el denominado salario mínimo interprofesional. Por más vueltas que se le dé, no es posible entenderlo, no digamos asumirlo. ¡Es intolerable.