El obispo Iceta "respeta" que López evitara símbolos religiosos

El obispo auxiliar de Bilbao, Mario Iceta, evitó ayer por dos veces la polémica con el nuevo Gobierno vasco. Durante el coloquio posterior a su intervención en el Fórum Euskadi, asumió como "lógica" la alternancia y luego "respetó" que el lehendakari, Patxi López, no utilizara símbolos religiosos en el acto de su toma de posesión en la Casa de Juntas de Gernika. No obstante, dejó constancia de que la Biblia y el crucifijo "pertenecen a nuestro acervo cultural". Incluso no dudó en recordar cómo hasta el presidente de EE UU, Barack Obama, utilizó símbolos religiosos en su toma de posesión, en el país "más plural y aconfesional del mundo".

Presentado por el obispo de Bilbao, Ricardo Blázquez, Iceta ofreció una disertación entre la ciencia y la teología, con una didáctica que fue reconocida desde el público, donde destacó la presencia del ex lehendakari José Antonio Ardanza junto al alcalde Iñaki Azkuna.

En Vizcaya, 370 curas, la mayoría de alta edad, atienden 299 parroquias

Iceta también evitó el tono duro respecto a la reforma de la legislación sobre el aborto, pidiendo "creatividad" a los legisladores, y prefirió mostrarse partidario de "ayudar por ley a la madre y al hijo". Recordó, no obstante, que, desde el punto de vista de la Iglesia, existe el ser humano "desde el momento de la concepción".

En su análisis de la realidad actual no dejó de lado la crisis económica y, en este sentido, incidió en "la crisis de valores" del ser humano.

Al abordar la situación de la diócesis de Vizcaya, Mario Iceta, reconoció que existe "una urgencia" para promover "vocaciones a la vida sacerdotal y a la vida consagrada y misionera, sin descuidar el cultivo de las vocaciones laicales". Fue realista a admitir la reducción en la asistencia de fieles y "la elevada edad de la inmensa mayoría de los sacerdotes" de Vizcaya, al tiempo que se mostró optimista "ante el futuro". Para atender a las 299 parroquias, cuenta con 370 sacerdotes diocesanos, de los que 300 tienen más de 65 años, 400 religiosos con encargo pastoral y más de 1.500 religiosos. Para el obispo auxiliar de Bilbao, "este momento de crisis será preludio de una nueva primavera" de la Iglesia, que tiene "mucho que mejorar en materia de comunicación".