Mayor plantea un rearme moral y una España fuerte para salir de la crisis

Más de un año ha pasado -María San Gil presidía todavía entonces el PP vasco- desde el último acto con contenido político de Jaime Mayor Oreja en Euskadi. Ayer regresó a Bilbao en su condición de cabeza de lista popular para las elecciones europeas del 7 de junio, planteando como mejores recetas frente a la crisis un rearme moral y una España fuerte. "España tiene que estar en el puente de mando de la UE, pero no se puede [lograr] si mantenemos un Estado residual, si no tenemos una visión nacional", enfatizó.

En un acto organizado por el Foro Nueva Economía al que asistió toda la cúpula del PP vasco con su presidente, Antonio Basagoiti, a la cabeza, Mayor trenzó un discurso de claro tinte conservador centrado en los "valores", cuya crisis ve detrás de la mala marcha de la economía. "La UE, y exageradamente España, padece una profunda crisis moral, una crisis de valores", y sólo resolviéndola se podrá salir del túnel de la recesión, sostuvo.

"San Gil lo hubiese hecho como lo está haciendo Antonio Basagoiti de bien"

Tras ser presentado por María Dolores de Cospedal, secretaria general del PP, el eurodiputado y ex ministro del Interior planteó esa tarea en dos direcciones frente a la crisis: reforzar los principios y convicciones de las personas -"Tenemos que imprimir en Europa más que nunca una profunda dosis de humanismo"- y fortalecer España como nación. En este segundo apartado criticó sin citarlos a todos los nacionalismos, pues "una nación fuerte es aquella que se construye sumando, y hoy vivimos en España un proceso en la equivocada dirección". "No podremos recuperar un papel protagonista en Europa si seguimos diluyéndonos como una nación", recalcó.

Pese a un panorama tal, el candidato popular se mostró optimista en las posibilidades de salir de la crisis. Claro que para ello es preciso "un nuevo liderazgo" y "un nuevo proyecto nacional" con el que volver a ilusionar a los ciudadanos, cuando "la transición está de alguna manera exhausta". Y ese proyecto pasa, de nuevo, por la importancia y trascendencia de los valores, entre los que citó expresamente la familia, la defensa de la dignidad de la persona, el derecho a la vida, el respeto a la autoridad, la excelencia, el mérito o la honradez.

Mayor se esforzó en eliminar cualquier imagen de diferencia entre sus posiciones sobre Euskadi y las de Basagoiti y su equipo. Dirigiéndose al líder del PP vasco, enfatizó: "Sabes que tienes todo mi apoyo en esta crucial tarea que tienes por delante". Esa tarea es conseguir que funcione el cambio que han impulsado socialistas y populares en Euskadi, cambio que ha derribado un mito mantenido durante tres décadas, que "el PNV era el gobernante natural del País Vasco". Y el otro falso dogma que ha durado décadas y que ahora se desmorona es el de la imbatibilidad de ETA.

En ese interés por resaltar el papel de Basagoiti, definió como "un grano de arena" la contribución que su tarea en la política vasca ha significado para la alternativa que él mismo intentó sin éxito junto al PSE en 2001 y que sólo ahora ha fructificado. Cuando el ex presidente Aznar, entre otros, están enfatizando estos días ese valor de Mayor Oreja como adelantado del cambio, él mismo recordó que "lo que hay que hacer está indicado y marcado por un resultado electoral", que ahora ha arrojado una mayoría absoluta de escaños del PSE y el PP cuando antes no la hubo. Y resolvió la cuestión de las diferencias entre el antiguo y el nuevo PP en esta tesitura con un "estoy convencido de que María San Gil lo hubiese hecho como lo está haciendo Antonio Basagoiti de bien".