Un organizador infatigable e implacable
Es prácticamente imposible entender la historia reciente del PSE sin mencionar la figura Rodolfo Ares Taboada. Y a partir de ahora, es más que probable que deje también muy marcada su impronta en el primer Gobierno vasco monocolor socialista: la del organizador infatigable y la del jefe implacable, si es necesario. Dispuesto a contestar el móvil casi las 24 horas del día, este socialista nacido en 1956 en el concello orensano de Verín coordinará las consejerías del Gobierno.
Extenderá sus tentáculos en los diez departamentos y será el eslabón fundamental que unirá la acción del Gobierno con el lehendakari. El tercer vértice del triángulo político sobre el que descansará buena parte de la actuación gubernamental está en el Paseo de la Castellana número 5, sede del Ministerio del Interior que dirige con la misma dedicación que Ares su álter ego en la política, Alfredo Pérez Rubalcaba.
El secretario de Organización del PSE-EE coordinará a todo el Ejecutivo
Una de las asesoras del PSE en todos estos años suele bromear al referirse a sus dos jefes más directos Patxi López y Rodolfo Ares: "Yo tengo conmigo el yin (reposo y templanza) y el yan (movimiento)". Evidentemente, Rodolfo Ares es el yan: el nervio no le permite ni un segundo de reposo.
El flamante consejero de la porra será mucho más que el titular de Interior. Se va a tomar muy en serio la coordinación del Gabinete. Todos dan por seguro que los consejeros y demás cargos del Ejecutivo sentirán, al menos en una ocasión, el aliento de este dirigente socialista tras la nuca.
Ares se ha hecho a sí mismo en la política vasca. Desde que inició su carrera pública en el Ayuntamiento de Bilbao en 1983 (se quedó de edil hasta 1990), hasta ir ascendiendo en los cargos institucionales y en vida interna del partido: primero Vizcaya (ya en la etapa de García Damborenea), luego en Euskadi con Jáuregui y Redondo Terreros. Y con Patxi López desde marzo de 2002, cuando el actual lehendakari se hizo con las riendas del partido tras la dimisión de Nicolás Redondo. Ese ha sido su sino en el partido: un superviviente con más vidas que los héroes de los cómics.
Desde 1994 es parlamentario en la Cámara vasca. Maestro industrial de profesión, "enreda y es en parte trilero", apuntan sus críticos. También junto a Rubalcaba, es una de las bestias negras para ETA. Y está dispuesto a hacer frente a la organización terrorista.
Casado y con hijas, cuando se confiesa ante los próximos admite que siempre llevará en el debe de su vida no haber disfrutado de la niñez de sus hijas. En los momentos clave de su vida, siempre ha tenido a su esposa -"una santa", no se cansa de repetir- al lado.
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