Londres no perjudica a Madrid
La comisión niega que los Juegos tengan que cambiar de continente - Los 13 evaluadores no se mojan y prefieren no comparar a las ciudades candidatas
El punto álgido, la clausura de la semana de exámenes a la candidatura de Madrid 16, fue un ejercicio magnífico de cómo usar 30 minutos de rueda de prensa para no decir casi nada. La presidenta de la comisión de evaluación, Nawal el Moutawakel, y el director ejecutivo del COI, Gilbert Felli, comparecieron ante los medios para hacer balance de su inspección. Nadaron mucho y no se mojaron. Apuntaron una sola idea, pero muy importante para los que escuchaban en la primera fila. "En el COI no hay criterio de rotación de continentes para conceder los Juegos, gana la mejor".
Y eso es crucial para Madrid 16. Al oírlo, todos respiraron aliviados. El principal obstáculo que tenía la capital de España (quitando que Obama decida acudir a Copenhague el 2 de octubre) es que sus Juegos estarían precedidos por los de Londres. Sólo una vez en la historia dos ciudades del mismo continente han organizado seguidas el evento. Fue en 1948 y 1952: Londres y Helsinki. Y pese a que no es ninguna norma escrita, todos temen que eso pueda pesar en la elección final.
El pan de la comida tenía la misma forma que la mano del logotipo
La presentación de la candidatura ha costado 800.000 euros
Por eso Madrid 16, con el Rey a la cabeza, se han esforzado en presentar la candidatura como la de los Juegos latinos o hispanos. Una manera de hacer pesar más el factor cultural que el geográfico. Por dos veces lo dijeron Felli y El Moutawakel. Y con eso se dieron más que satisfechos todos ayer.
La presidenta de la comisión no quiso confrontar candidaturas. "No estamos aquí para comparar ciudades. Los aspectos positivos de Madrid son numerosos. Tenemos que reunirnos dentro de dos semanas, y en septiembre lo podrán leer en nuestra web", soltó Moutawakel. Que el 77% de las infraestructuras de Madrid estén hechas, dijeron, "es muy positivo". Pero, claro, también es bueno lo contrario, como sucede en Río de Janeiro, y que les sirve para desarrollar la ciudad, matizaron.
El discurso neutro, pero con tendencia al elogio y la satisfacción sin gran compromiso, ya lo pronunció Moutawakel en febrero de 2005. Entonces Madrid aspiraba a los Juegos de 2012, que finalmente ganó Londres. "En seguridad estamos muy satisfechos", decía sonriente. No fue el único piropo de entonces. "Lo han hecho perfecto", fue el resumen de la presidenta de evaluación. Más o menos como ahora.En resumen, dijeron que "Madrid está en condiciones de organizar los Juegos", pero que Tokio, Chicago y Río de Janeiro también. Que han quedado impresionados con lo que han visto estos días, pero que Madrid tiene unas rivales igualmente competitivas. Así que ahora, lo explicó el olímpico Juan Antonio Samaranch Jr., cuando los miembros del COI tienen la certeza de que cualquier elección es "razonable", lo que viene es "una filigrana". "Para unos, lo importante son las instalaciones; para otros, los recuerdos, temas personales... Es un infinito", puntualizó. Y eso se resuelve con las relaciones sociales y políticas.
El informe de la comisión, que ayer dijo que no ha salido ni un día del hotel para recorrer Madrid sin ir del brazo de los anfitriones, se publicará el 2 de septiembre. Entonces la candidatura habrá expuesto sus bondades en Lausana ante los 110 miembros del COI que pueden votar, y sólo quedará la última ponencia, que se realiza el día de la votación en Copenhague.
Después de la comisión, cuya presidenta admitió estar impresionada por la visita al Bernabéu, "aunque perdiera 2-6", cerró la semana el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón. Sacó pecho. Estaba contento. Si Chicago tiene a Obama, dijo, Madrid tiene al Rey, que para más señas ha sido deportista olímpico. Y el presidente de EE UU, que se sepa, no.
Gallardón habló de nuevo de felicidad. De la felicidad per cápita, que cree él que será el principal legado de los Juegos. Porque, claro, si ya tenemos el 70% construido y la ciudad está magnífica, le preguntaron, ¿qué dejaría un evento así a Madrid? Pues eso, felicidad. Lo que no quiso aclarar es si le gustaría o existe alguna posibilidad de que fuese él quien inaugurase los presuntos Juegos de 2016. "A mí me gusta conseguir las cosas, no cortar la cinta o hacerme la foto". Después de eso, casualidad, se fue a hacer lo propio en el estreno de la Caja Mágica.
El ecuador de la jornada de ayer estuvo marcado por la recepción que don Juan Carlos y doña Sofía ofrecieron a los miembros de la comisión en el Palacio Real. Más honores de Estado, que luego los del COI dijeron, quizá un poco contrariados de que la prensa se lo reprochase, que es el trato que reciben siempre. A la recepción fueron también los Príncipes, el futbolista Raúl González, Rafael Nadal, Miguel Induráin, Gervasio Deferr, el propio alcalde, el vicealcalde, Manuel Cobo, y el vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González.
Esta vez tomaron sopa de pescado, solomillo y bolitas de patata. El pan tenía la forma de la mano de la candidatura madrileña. El Rey proclamó que "ha llegado la hora de unos Juegos hispanos", y garantizó a los miembros del COI presentes que Madrid ofrece "rigor" y "solvencia". La comisión, según explicó luego su presidenta, quedó impresionada con el agasajo monárquico y con el compromiso de los Reyes.
Por la mañana, la cosa había ido de ponencias. La del ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, quizá por el peso negativo que la presencia de ETA en España pudo tener en la candidatura de 2012, fue de lo más trascendente de estos días. Garantizó que no habrá un solo atentado durante el evento deportivo.
También intervino en la ronda matinal el secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, para hablar sobre el compromiso de España contra el dopaje. Luego desfiló por el estrado la periodista de TVE María Escario para relatar las bondades del proyecto mediático existente para la candidatura.
Con la inauguración de la Caja Mágica termina una semana de oposiciones a un sueño que ya se escapó una vez. Un despliegue que ha costado unos 800.000 euros y que han cubierto unos 500 periodistas de todo el mundo. Un esfuerzo impresionante de la ciudad que ha colocado a la capital y a su alcalde en el foco de la actualidad cinco días seguidos. Y eso, para los dos, aunque Madrid no reciba los Juegos Olímpicos, seguro que ha valido la pena.
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