Los nuevos pobladores del 22@

El bar restaurante Jennifer, en la esquina de Almogàvers con Roc Boronat, es uno de los escasos supervivientes de la transformación de siete manzanas del viejo Poblenou, hoy 22@. Pere Vera lleva más de 20 años al frente del negocio. "Aquí sólo había naves y muchos talleres pequeños", recuerda. Lo dice en la esquina de Roc Boronat con Sancho de Ávila mirando hacia el norte. Desde ese punto, el ojo capta una decena larga de edificios singulares en diferentes planos. Al fondo, la Torre Agbar emerge. Es el sector del 22@ más desarrollado, donde actualmente trabajan 4.000 personas y estudian otras 4.000 en la Facultad de Comunicación Audiovisual de la Pompeu Fabra, según datos de la sociedad municipal 22@.

La calle de Roc Boronat moría, hasta hace poco más de cuatro años, en una tapia. A un lado de ella se sucedían naves de talleres. Entre otros estaban, por ejemplo, Fustas Almer, y talleres de pulidores. Al lado, las naves de la que fue la industria algodonera de Can Framis, hoy sala de exposiciones de la fundación Vila Casas. Siguiendo hacia la Diagonal estaba Cal Aranyó, otra fábrica textil que a finales de los ochenta se trasladó fuera de Barcelona; en el terreno que dejó se encuentra el complejo del sector audiovisual que forman Mediapro y la Pompeu Fabra.

"¡Vaya si se nota el cambio! Hasta en los menús. Antes, los trabajadores de los talleres comían más y platos más contudentes. Ahora, muchas ensaladas y todo a la plancha. Además, desde que ha empezado la crisis muchos se quedan en los despachos", explica el encargado de un restaurante.

En cinco años, la calle de Roc Boronat se ha abierto y ya llega hasta la Diagonal. Sáncho de Ávila también ha crecido en dirección al Besòs. No queda ni uno de los viejos talleres que se alineaban de forma irregular en esa zona. En siete manzanas hay 200.000 metros cuadrados edificados. De ellos, 114.000 son de oficinas -34.000 bajo rasante-, 77.000 de equipamiento y otros 47.000 bajo rasante. Las mayores piezas de equipamientos son la recién abierta sala de Can Framis y la Universidad Pompeu Fabra.

En 2003 y 2004 se alzaron los primeros: la Torre Agbar, donde trabajan 1.000 personas, y el hotel Silken, con un centenar. Indra inauguró su sede en 2006 y dos años después desembarcó en parte del edificio Interface, en el que trabajan 2.000 personas. Radio Nacional se instaló a finales de 2007. El complejo de Mediapro arrancó un año más tarde y en él trabajan entre 800 y 1.000 personas. La Pompeu Fabra estrenó la sede de Cal Aranyó a principios de este año, lo que ha supuesto el desembarco de cerca de 4.000 estudiantes y docentes. Todo un cambio de paisaje y de pobladores.