Dirigida por Omer Oke
El ex director de Inmigración gana un premio en Cuba con su primera película - Acaba de terminar de rodar su segundo filme
Omer Oke sufría todavía el jueves el jet-lag tras haber regresado a principios de semana de Cuba, donde su primera película como director, Querida Bamako, ha ganado el premio al mejor largometraje en el Festival Internacional de Cine Pobre de Gibara. Oke fue director vasco de Inmigración entre 2001 y 2006, pero este bilbaíno nacido en la república africana de Benín hace 43 años tiene muchas más facetas. Además de colaborar con Cáritas y encargarse de la productora Socialprod y del diario gratuito Socialpress, acaba de rodar su segundo largo, La causa de Kripan, ahora en fase de montaje.
Oke cree que el jurado del festival cubano ha premiado Querida Bamako precisamente por algo que dificultó su distribución comercial en los cines: "Tiene un formato poco habitual; es una mezcla de documental y ficción". De todas formas, destaca la gran distribución alternativa que ha tenido: "Ha sido proyectada en colegios y en asociaciones", resalta y, lo que le satisface todavía más, "acompañada de charlas y debates".
Los vecinos de Kripan se interpretan a sí mismos en su nueva película
"Los inmigrantes somos parte de esta sociedad, también en el aspecto cultural"
El cine social "no es la solución", pero Oke cree que puede ayudar a entender y a evitar conflictos. Querida Bamako fue codirigida por Oke y Txarli Llorente. Ambos marcharon a Burkina Faso para, desde allí, acompañar al joven Moussa en su camino hacia el norte.
Para La causa de Kripan no ha tenido que irse tan lejos. "Buscaba un pueblo pequeño de Euskadi y desde el principio me encantó el nombre de Kripan, que además resultó tener localizaciones y personas iguales a los que escribí en el guión".
Un inmigrante, Alassane, interpretado por Gorsy Edu, protagoniza la película, cuyo reparto completan los apenas 190 habitantes de este pueblo de la Rioja Alavesa haciendo de ellos mismos, incluido el alcalde, el peneuvista Luis Agustín Loero. Cuando Alassane se entera de que quieren practicarle la ablación del clítoris a su hija, quien sigue en África, afrontará un dilema. "No quiere que le hagan eso a su hija, pero si se marcha, pierde la posibilidad de regularizarse", explica Oke. Ante esa situación, el pueblo entra en acción.
La historia se basa en un hecho real que Oke conoció cuando rodaba Querida Bamako. "En general, todo lo que escribo viene de mi experiencia profesional", precisa. El mensaje del filme es claro: "Los problemas de los inmigrantes son de toda la sociedad". "Formamos una minoría con dificultades específicas, pero somos parte de esta sociedad, tanto desde un punto de vista económico como social y cultural", explica Oke, quien llegó a Euskadi en 1991. "Nuestra producción cultural tiene que ser vista como producción cultural de este país. Yo en Cuba no he ganado un premio para Benín, sino para España", concluye.
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