Chistes de oficina
Nunca hemos salido del colegio, aunque tengamos el Graduado Escolar y ya no llevemos libros pesados en una mochila. A pesar de que hace siglos que no merendamos Nocilla o hacemos deberes, seguimos en el cole. ¿Qué pasaba en clase si te pillaban pasando notitas o hablando con tu compañero de pupitre? Llamada de atención del profesor y si uno persistía, expulsión de clase.
Uno puede tener 28, 40 o 58 años y seguir en el cole. Imaginemos una oficina cualquiera, llena de ordenadores. Esos ordenadores suelen tener conexión a Internet y, por lo tanto, correo electrónico, portales para visionar videos, páginas de redes sociales como Facebook, mensajería instantánea como Messenger o Gtalk, e incluso Emule. O por lo menos lo tenían. Porque está al orden del día que las empresas capen los ordenadores de sus empleados para que no pierdan el tiempo con chorradas y trabajen un poco.
El aburrimiento en la oficina sólo se combate cotilleando en la red
El aburrimiento en la oficina, el bostezo de media mañana, la pesadez después de la hora de comer sólo se puede combatir cotilleando en tu red social preferida de la red o viendo el último celebrities de Muchachada. A veces, sólo queda el correo electrónico. No te lo van a quitar también, porque eso lo usas para trabajar, en principio. Y el correo electrónico a veces produce el mal. Qué narices: el Mal, así con mayúsculas.
Te llega un mail con un asunto que incluye varias veces las expresiones "fwd", "re" o "rv", seguido de "buenísimo!!!!!" y muchos emoticonos. Ya ahí te pones a temblar. Normalmente, incluye dos tipos de contenido adjunto: o poético o humorístico de la rama "verduzco". Son archivos del programa PowerPoint (fotos en diapositivas al ritmo a veces de una música robótica) que pueden apelar a tu ternura, como los que reproducen poemas célebres (el top one de los PowerPoints es Pablo Neruda) o creados por el autor del archivo. También en este apartado te puedes topar en tu bandeja de entrada con fotos de bebés disfrazados de adultos o con gatos muy peludos. En las presentaciones de humor grueso de temática solemos encontrar un nivel de comicidad parecido al de las despedidas de soltero o soltera: alimentos con formas fálicas, paisajes que parecen órganos genitales; los menos sutiles directamente incluyen imágenes de hombres y mujeres despelotados. Es cierto que en Facebook hay muchas gracietas del estilo, pero mejor que los trabajadores se entretengan con el cotilleo que con estos atentados estéticos.
Hay un restaurante al lado de mi casa que siempre estaba vacío y los dueños han decidido pasar a la acción: su sobrio nombre fue cambiado por uno más llamativo y su decoración minimalista dio un giro de 180 grados. El local ha pasado a llamarse Pa' Güevos, ¡Los... Míos!, en una record de acumulación chistes coloquiales en cuatro palabras (pa' en vez de "para", cambiar la h por la g, puntos suspensivos) y han ambientado el local con fotos sacadas de PowerPoint cachondos mencionados antes. Esto sí que da miedo y no la fiebre porcina.
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