El biógrafo de Durruti

Abel Paz, seudónimo de Diego Camacho Escámez, conocía desde 1949 el aliento de la muerte. Ese año estuvo a punto de ser asesinado de un tiro en la nuca en un descampado de Barcelona, cercano al puente de Vallcarca. Tras ser paseado por la policía del régimen franquista, lo sacaron del coche amordazado y, tras obligarle a avanzar sin poder mirar la cara de sus asesinos, lo hicieron arrodillar. Al momento sintió en la nuca el cañón de la pistola e incluso la bala en la recámara.

Pero volvió a nacer cuando alguien apartó de su cabeza la pistola y el tiro pasó rozando la oreja. Las desavenencias entre una brigada de Barcelona y otra de Madrid le salvaron la vida entonces, pero el 13 de abril, la parca fue infalible con él cuando contaba 87 años.

Nacido en Almería el 12 de agosto de 1921, se trasladó a Barcelona con tan sólo ocho años y con 13, tan pronto como empezó a trabajar, se aproximó al anarquismo, entrando a formar parte de la Federación Ibérica de Juventudes Libertarias (FIJL), la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) y la Federación Anarquista Ibérica (FAI). "Soy anarquista, y ser anarquista es ser una persona coherente... Tener una conducta personal, llevar las ideas a la práctica al máximo, sin esperar que haya una revolución", afirmó en 1997.

En 1936, el inicio de la guerra le lleva a luchar en los grupos de defensa confederales del Clot. Combate en 1938 en el frente de Artes (Lleida) y en 1939, al caer la Segunda República, sale del país y es recluido en varios campos de concentración como los de Sant Ciprià, Argelès-sur-Mer, Bram, Saint-Cyprien, y Le Barcarès.

En 1942, tras la entrada de los nazis en Francia, fue sometido a trabajos forzados y, tras escapar, vuelve a España con 21 años. A su regreso se incorpora al movimiento clandestino, pero al poco tiempo es detenido por la policía franquista y permanece 12 años entre rejas. A la salida de la cárcel no encuentra trabajo y decide trasladarse a Toulouse y París, hasta que en 1977 recupera su pasaporte y regresa definitivamente a España. Se instala en el barrio de Gràcia de Barcelona y centra su labor en la reconstrucción del sindicato anarquista CNT.

Autor de varias autobiografías como Chumberas y alacranes, Viaje al pasado, Entre la niebla y Al pie del muro, que recogen sus memorias entre los años 1921 y 1954, y sobre los momentos más destacados del anarquismo que vivió en primera persona, como CNT 1939-1951. El anarquismo contra el Estado franquista.

Colaboró en la prensa libertaria y participó en múltiples conferencias y actos. Como historiador, escribió sobre la Columna de Hierro, la Segunda República y la Primera Internacional. Sin embargo, su obra más destacada es la monumental biografía del líder anarquista Buenaventura Durruti, Durruti en la revolución española, a la que dedicó 10 años de investigación y que está considerada la biografía oficial de este líder anarquista, un mito de la Guerra Civil, que ha sido traducida a 14 idiomas.

Hombre de carácter y fumador empedernido, prefería ser llamado por su nombre de combate, Abel Paz: "Soy un combatiente siempre en activo", decía cuando se le preguntaba el por qué. "Siempre seré anarquista. Desde que nací. Si hay otra vida, pediré el ingreso en los anarquistas que haya en este otro sitio". Seguro que será admitido.