Milagros del cine
Cuando Luis Antonio de Villena vio por primera vez El Gatopardo (Luchino Visconti, 1963) no le marcó de manera especial -"quizá porque era demasiado joven", dice el escritor-. Fue más tarde, vien do un ciclo de Visconti, cuando descubrió que la película tenía un mensaje absolutamente actual, que aquella Sicilia que reflejaba la vida del príncipe Fabricio (Burt Lancaster), el aristócrata arruinado Tancredi Falconeri (Alain Delon) y la bella Angelica Sedara (Claudia Cardinale), el cambio de la vieja aristocracia a la burguesía más burda, era "un claro anticipo de lo que se vive hoy día". Aunque Luis Antonio de Villena no puede hablar de una sola película en su vida, sino que han sido varias las que le han marcado, eligió El Gatopardo, acaso la mejor película de Visconti, para hacer una lectura del filme en la colección La Película de mi Vida (Gedisa). El Gatopardo es el décimo libro de esta colección, que surgió para comentar grandes películas de la historia del cine a través de la voz de autores reconocidos, como Salman Rushdie (El mago de Oz), Alberto Manguel (La novia de Frankenstein), Zoe Valdés (El ángel azul) o Marc Augé (Casablanca).
La escritora cubana Zoe Valdés todavía recuerda la primera vez que vio El ángel azul, dirigida por Josep von Sternberg y protagonizada por Marlene Dietrich. Fue en la calle de la Muralla, en La Habana, e iba acompañada de su abuela. Tenía unos 7 u 8 años y en su casa no había televisión. "Fuimos viendo la película a retazos a través de los televisores que la gente tenía en sus casas, a ras de la calle", asegura desde París. "Esta película me ha acompañado desde niña. Fue el descubrimiento no sólo del gran Berlín, sino de Marlene Dietrich, una mujer que además de un símbolo cinematográfico también es un símbolo de la libertad en el arte y en la vida", explica la autora, que, en lugar de hacer un ensayo sobre el filme, se propuso explicar cómo El ángel azul ha entrado en su obra.
Y mientras Luis Antonio de Villena pone el acento en que El Gatopardo demuestra que "todo lo malo vuelve" y que "estamos dirigidos por una clase alta miserable y abyecta, que cada día somos menos libres y menos educados, y que se ha desfigurado la palabra excelencia", e intercala en su relato a su tía Marcela, una mujer culta pero no intelectual, que murió en los años sesenta consciente de que dejaba un mundo que iba a peor, Zoe Valdés, empujada por su abuela, entró desde aquel día en lo que ella llama "la cofradía Dietrich", esa actriz que se enfrentó a los nazis y al propio. "No, mi vida no sería lo que ha sido ni lo que será sin Marlene Dietrich, sin El ángel azul", asegura.
Son, como dice Marc Augé, los milagros del cine. "Esa imagen que no es imaginada, sino que la veo". -
El Gatopardo. Luis Antonio de Villena. Gedisa. Barcelona 2009. 137 páginas. 13 euros. El ángel azul. Zoe Valdés. Gedisa. Barcelona 2009. 117 páginas. 13 euros.
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