El PSOE busca culpables para su derrota

El PNV le dio vueltas a la moción que presentaría en el Pleno de anteayer para encontrar un texto que permitiera que se sumaran todos los demás grupos, pero que fuera inasumible para el PSOE.

Es decir, se trataba de lograr una derrota parlamentaria de los socialistas en el Pleno y que éstos no pudieran utilizar la artimaña habitual de terminar por sumarse a las iniciativas de otros grupos, antes de ser derrotados. Encontró la fórmula ideal en un texto que insta al Gobierno a suprimir un ministerio sin determinar en 2010. Habló con los grupos, empezando por el PP, con el que coincide siempre en todo desde las elecciones autonómicas vascas del 1 de marzo, y logró finalmente que el PSOE fuera derrotado por primera vez en Pleno en lo que va de legislatura.

Para eso, la pinza del PNV y el PP tuvo un aliado último e inesperado: la ausencia de nueve diputados del PSOE. La moción ganó por sólo tres votos de ventaja, por lo que si hubiera ido un tercio de los socialistas ausentes no hubiera habido tal derrota. En las últimas semanas, el Grupo Socialista ha logrado movilizar a todos sus diputados para las votaciones, con la única excepción del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, dispensado por razones obvias.

Además de él, faltaron a la votación Miguel Ángel Moratinos, Fátima Aburto, Delia Blanco, Elvira Cortajarena, Mariano Fernández Bermejo, Juan Fernando López Aguilar, Eduardo Madina y Bernat Soria.

Zapatero y Moratinos estaban a esa hora con el presidente de Colombia, Álvaro Uribe, y López Aguilar estaba dispensado porque aún no ha dejado su escaño y participa ya en actos electorales para las europeas de junio. Aburto, Blanco y Cortajarena estaban en una reunión oficial del Consejo de Europa en Estrasburgo, autorizadas por la dirección del Grupo. Madina, próximo número dos del Grupo Socialista, estaba autorizado por el nacimiento de su hijo.

Faltan dos que, según la dirección del Grupo Socialista, no tenían autorizada la ausencia y los dos son ex ministros: Mariano Fernández Bermejo y Bernat Soria. La dirección del grupo les pedirá explicaciones y, en su caso, podría sancionarles. El reglamento interno prevé multas de "400 euros por ausencia no autorizada a votaciones en pleno" y de "600 euros por ausencia no autorizada a votaciones del pleno que requieran mayoría cualificada o tenga singular importancia y así se haya indicado previamente". En el PP faltaban seis diputados y tres de ellos estaban en el mismo viaje oficial en Estrasburgo.

Antes de la votación, el PSOE se movilizó para intentar que los grupos, especialmente los que siempre han apoyado al Gobierno, como BNG y ERC, no votaran la moción del PNV. Las gestiones, en las que participó la propia vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega, fueron finalmente infructuosas.

El PP, por su parte, no oculta su satisfacción porque ha obligado ya al PSOE a apoyar tres de sus medidas económicas, para evitar quedarse en minoría en el Pleno.