El ajuste de Caixa Catalunya empieza a dar frutos

Caixa Catalunya se ha arremangado para reconducir sus números en un año magro para el sector financiero. El beneficio neto de la caja en el primer trimestre, de 45,6 millones de euros, se hundió un 83% respecto al mismo periodo del año pasado, en el que se vendió la participación de Abertis con una plusvalía de 512 millones. Sin embargo, excluyendo este efecto extraordinario, el beneficio recurrente avanza un 52,5% gracias al ajuste del cinturón de su nuevo plan estratégico: los gastos generales cayeron un 23,3% y los de explotación, en conjunto, bajaron un 13,2%. Y el margen de explotación, en consecuencia, mejoró un 54%, hasta los 154,9 millones.

La caja que preside Narcís Serra, y que aparece en las quinielas de entidades casaderas que circulan por el sector, sacó ayer brillo a otras variables que dan cuenta de su nivel de fortaleza, como la mejora del ratio de eficiencia, de 13,1 puntos (47,8%).

La morosidad también redujo su velocidad de crucero y avanzó hasta marzo 0,39 puntos (hasta situarse en el 5,67%, con una tasa de cobertura del 112%), frente a las zancadas que dio en los dos trimestres anteriores, de 0,99 y 1,79 puntos porcentuales. La liquidez de la entidad suma 4.000 millones con una última colocación en abril de deuda con el aval del Estado por valor de 1.250 millones.