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Honigmann da voz a los olvidados en un documental para hablar de Lima

Dicen que la cineasta peruana Heddy Honigmann, considerada una de las mejores documentalistas del mundo, no está especialmente interesada en clamar contra las desigualdades sociales a pesar de la insatisfacción política que rezuman sus películas. A ella le obsesiona más bien saber cómo las personas con pocos recursos se enfrentan a las desigualdades. En su último trabajo, El olvido, convierte en protagonistas a un puñado de ciudadanos olvidados para hablar de Lima, para hablar "de una ciudad, de un país" dirigido a lo largo de la historia por gobernantes que "han engañado al pueblo". El filme, que se pudo ver en el pasado Zinemaldia, se proyectará de nuevo hoy en San Sebastián dentro del Festival de Cine y Derechos Humanos.

Ulmer retrata la lucha de Mukhtaran Mai por las mujeres de Pakistán

Los testimonios que se suceden en el documental destilan espontaneidad y, en su mayoría, esperanza pese a las dificultades. Honigmann, afincada desde 1978 en Holanda, explicó ayer que algunas intervenciones están preparadas, pero otras son improvisadas. Le gusta tener "un par de pilares" en sus creaciones, pero sostiene que "el cine documental" no tiene por qué ser el resultado de "poner la cámara y tomar lo que salga sin más". En sus trabajos hay "investigación".

Otra cineasta, la francesa Catherine Ulmer, denunciará hoy la situación que viven miles de mujeres en Pakistán mediante su documental After the rape. En él cuenta la historia de Mukhtaran Mai, una mujer que fue violada por venganza en 2002, cuando tenía 26 años. "Cada año, 900 mujeres pasan por la misma desgracia". Una buena parte se suicida, avergonzada por la deshonra sufrida. Ella, sin embargo, decidió abrir una escuela para niñas en un remoto pueblo, convencida de que sólo a través de la educación podrán combatir tradiciones arcaicas y aspirar a un futuro mejor.

Mai vive amenazada de muerte y temerosa de que sus violadores puedan salir de la cárcel. El propio gobierno le presionó para que retirara los cargos. Pero esta mujer de "gran carisma" sostiene que su lugar está en Pakistán, y por eso rechazó la oferta de refugiarse en Canadá.

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