_
_
_
_
_
El nuevo Gobierno andaluz

"Si el partido lo ve, tiro para adelante"

Griñán pidió el apoyo del PSOE para fichar a Rosa Aguilar ø Los socialistas asumen que la operación entraña riesgos - P IU tacha a la ex alcaldesa de desleal

"Si el partido lo ve, yo tiro para adelante". Nada más ser investido presidente de la Junta de Andalucía, pasada la una de la tarde del miércoles, José Antonio Griñán comunicó a Luis Pizarro, vicesecretario general del PSOE andaluz y flamante consejero de Gobernación, que quería fichar a la alcaldesa de Córdoba, Rosa Aguilar, de IU, como consejera de Obras Públicas. "Déjame que me recomponga un poco", le responde en un rasgo de sinceridad el número dos del PSOE.

A partir de ahí se desencadena la operación para cerrar el fichaje más sorpresivo de todo el nuevo Gobierno andaluz, una propuesta que ha contado con el visto bueno de la cúpula dirigente socialista. En la ejecutiva federal, José Luis Rodríguez Zapatero y José Blanco; y en la dirección regional, Manuel Chaves, Luis Pizarro, Rafael Velasco, y el secretario del PSOE de Córdoba, Juan Pablo Durán. Desde que empiezan los contactos hasta que Rosa Aguilar da el sí a Griñán -ella pide tiempo para reunirse con su equipo-, que es sobre las diez de la noche, transcurren nueve horas, según contaron varias fuentes socialistas.

El PSOE garantiza a IU que no se trata de una estrategia de acoso y derribo
Pizarro respondió a Griñán: "Déjame que me reponga un poco"

Posiblemente, Griñán sí anticipa sus intenciones al líder del PSOE andaluz y vicepresidente tercero del Gobierno, Manuel Chaves, quien no duda ni un segundo en avalar el nombramiento de Rosa Aguilar. Estas fuentes dan por seguro que Griñán y la ya ex alcaldesa de Córdoba -ambos son amigos- venían hablando desde hace tiempo de esta posibilidad.

Griñán es consciente de que la jugada política entraña riesgos. Para empezar, Aguilar no conoce "la cultura del PSOE", señalan varias fuentes, un partido que digiere regular a los políticos sin carné y al que no le gusta los versos sueltos. De ahí, que algunos hablaran ayer de "riesgo". También analizaron las repercusiones que tendrá en el Congreso de los Diputados, donde los dos votos de IU pueden ser básicos para el Gobierno en minoría de Rodríguez Zapatero. Hubo preocupación por que IU entendiera el fichaje como una opa hostil. Desde hace años, la ejecutiva regional que dirige Chaves ha venido trabajando en limar asperezas con IU, consciente de que, en caso de pérdida de la mayoría absoluta, su apoyo le será necesario.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

El miércoles, Pizarro telefonea al coordinador de IU, Diego Valderas, y le asegura que el pacto de coalición que ambas fuerzas mantienen en Córdoba se mantiene intacto. También le explica que no se trata ni de una estrategia de acoso, ni una declaración de guerra contra la federación, sino de una decisión personal de Griñán.

A Izquierda Unida, la otra parte, la operación le ha parecido un asalto, si bien exime al PSOE y culpa a Griñán. No por esperada, la salida definitiva de Rosa Aguilar resultó menos hiriente en la organización andaluza. Hacía años -en puridad, lustros- que la hasta ayer alcaldesa de Córdoba circulaba por libre por sus entramados y jerarquías, muy al margen de los cada vez más radicales postulados de la nueva IU y, por su puesto, de su disciplina, de la que ha escapado siempre, a veces con pases escurridizos, pero amables, y otras con desafiantes cortes.

Diego Valderas reaccionó ayer como sus compañeros de Madrid: calificó a la ex izquierdista de "desleal" y pidió una reunión al PSOE para hablar de las consecuencias del desaguisado, con la vista puesta en los pactos puntuales pendientes. Con la garantía de los socialistas de que el equilibrio del gobierno en Córdoba va a permanecer inalterado y que apoyarán al candidato que disponga IU, el coordinador se desplazó hasta la ciudad para reunirse con las direcciones provincial y local y marcar el plazo de una semana para señalar al elegido.Por la mañana, de los ordenadores de la dirección de IU salió un documento con destino a las organizaciones provinciales y el consejo andaluz dónde se detalla la "estrategia mediática" como réplica al abandono de Aguilar, por "si surge el tema". En él se precisa que hay que "mostrar el estupor y la sorpresa" por el nombramiento, así como subrayar que lo primero que ha hecho José Antonio Griñán para manifestar su "talante y voluntad de diálogo" es "tratar de desestabilizar" a IU. Por lo demás, añade, es conveniente decir que Rosa Aguilar se ha autoexcluido de IU y que su incorporación al Gobierno no significa en ningún modo que IU abrace "los principios neoliberales del libre mercado" que representa el socialista.

Sin embargo, Valderas trató más tarde de limar el dramatismo del plante de la ex alcaldesa y dijo que lo importante no son las personas sino el proyecto. En clave interna, hay quienes se sienten aliviados, sobre todo los dirigentes de Córdoba, con quien Aguilar mantenía una convivencia imposible, que, en algunos casos, ha llegado a ser lacerante.

Alivio y vértigo

El análisis de la proyección exterior ya es otra cosa: después de más avisos que en el instructivo cuento del lobo, el mayor referente de IU en Andalucía y España se ha montado por fin en el tren de los ejecutivos del PSOE. Antes pasaron otros muchos -los guiños de los socialistas de Madrid y Sevilla han sido constantes- y nunca se subió, pero ni IU es la de antes ni ella tampoco. La organización ha ido deslizándose hacia posiciones cada vez más extremas bajo la hegemonía del PCE (del que Aguilar, aunque con carné, ha sido siempre disidente), y la ex alcaldesa ha evolucionando poco a poco, asida a su puesto institucional, hasta un izquierdismo muy moderado.

Además de consultar a su equipo, Rosa Aguilar telefoneó el miércoles por la noche a Diego Valderas, quien le respondió que discrepaba de su determinación. Quedaron en hablar ayer por la mañana, pero ya no hubo más contactos. La lectura de IU es que el PSOE, especialmente el federal, en un momento de claro desgaste, se ha hecho con un importantísimo valor de esta organización, la "joya de la corona", como le llamó el ex coordinador Gaspar Llamazares.

Rosa Aguilar y José Antonio Griñán, ayer, tras la toma de posesión del nuevo presidente de la Junta.
Rosa Aguilar y José Antonio Griñán, ayer, tras la toma de posesión del nuevo presidente de la Junta.GARCÍA CORDERO

"Primero mostrar estupor, sorpresa..."

Nada más hacerse pública la incorporación de Rosa Aguilar a la consejería de Obras Públicas, la dirección de IU remitió a sus dirigentes el siguiente texto.

- "Estrategia mediática en provincias. (Líneas a plantear por los coordinadores provinciales en comparecencias mediáticas si surge el tema)

- Primero mostrar el estupor, sorpresa, por el nombramiento. A nivel formal, Rosa Aguilar no se ha comunicado con la organización para trasladarle lo que los medios ya dan por hecho. Parece que se trata de una decisión estrictamente personal que se toma a espaldas de la organización.

- IU mantiene la postura que defendió en el debate de investidura: no hay cambio de políticas en un gobierno que se pliega a los principios neoliberales del libre mercado frente a la defensa de lo público. Griñán representa un gobierno continuista con muy pocos cambios, donde hay más marketing que cambios reales, por lo tanto, nuestro voto fue contrario al proyecto que Griñán representa para Andalucía.

- Argumentario general. (Líneas a tener en cuenta para tener clara nuestra posición)

- IU es una fuerza de izquierdas, transformadora, que aspira a gobernar Andalucía con la fuerza de los votos. IU aspira a que en Andalucía haya un cambio profundo del modelo económico y de desarrollo, hasta este momento, Izquierda Unida no participará en el gobierno de la Junta de Andalucía.

- La postura de Izquierda Unida en Andalucía no se centra en las personas sino en el programa y en los contenidos.

- IU no participa en el gobierno de la Junta. Rosa Aguilar toma una decisión estrictamente personal, de cambiar de barco, que IU no comparte. Aguilar tendrá que explicarle al conjunto de la ciudadanía, a sus votantes y a los militantes de Izquierda Unida su decisión.

- Rosa Aguilar se autoexcluye de Izquierda Unida y toma un camino propio fuera de los principios y propuestas que defendemos y que se expusieron ayer en el debate de investidura del Presidente de la Junta.

- Independientemente de la decisión de Aguilar, la actuación de Griñán es una buena muestra del talante y la voluntad de diálogo del nuevo Gobierno andaluz: una de sus primeras acciones es intentar desestabilizar a una fuerza de izquierdas movilizada y transformadora, en Andalucía, negociando con una militante (dirigente) de IU a las espaldas de su organización".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_