Interrogatorio a Santiago Carrillo
El documental 'Últimos testigos' revisa la España del siglo XX de la mano del líder comunista y de Manuel Fraga
La primera jornada de la 12ª edición del Festival de Cine de Málaga tuvo ayer como protagonista a alguien ajeno a la industria cinematográfica: Santiago Carrillo. El político comunista levantó una gran expectación al asistir al estreno del documental Últimos testigos, dos piezas independientes -Carrillo, comunista y Fraga Iribarne- que revisan la historia de la España del pasado siglo a través de las experiencias vitales de dos de los políticos más veteranos, el líder comunista y Manuel Fraga, y que han sido dirigidos por Manuel Martín Cuenca y José Luis López-Linares, respectivamente. A sus 94 años, Carrillo hizo gala de su lucidez y facilidad de palabra, además de demostrar las tablas adquiridas en su dilatada vida pública a la hora de posar con desenvoltura en el photocall ante una miríada de fotógrafos y cámaras de televisión. "Esta película representa veintitantas horas de interrogatorio duro, no diría que de tercer grado, porque no llegaron a la tortura, en un lugar oscuro, con aspecto siniestro y ante unas personas que no conocía. Me preguntaron sobre lo humano y lo divino y sin dejar un solo rincón sin explorar. Es una ocasión de revisar 80 años de la historia de este país. Para mí ha sido una experiencia verdaderamente extraordinaria. Me siento feliz de estar en Málaga en la presentación", explicó Carrillo sobre el documental. "En verdad fueron cuarenta y tantas horas de conversación y 12 días de rodaje resumidos en 102 minutos. Le hicimos perder la noción del tiempo, algo que forma parte de los interrogatorios", corrigió el director a Carrillo, del que aseguró que no puso trabas ni condiciones. "No había nada de lo que no se pudiese hablar", añadió Martín Cuenca, que agradeció al ex líder comunista "que saltase a la arena sin saber qué iba a ocurrir durante el rodaje".
"Si tengo algún mérito es haber vivido tantos años", dice el político
"No hubo pacto previo, no sabía qué iba a salir. Si tengo algún mérito es haber vivido tantos años y haber participado activamente en muchos episodios de la vida de España. Querían conocer mi versión contrastada de esos capítulos de la historia que viví y que entiendo que despierten el interés de la gente", replicó Carrillo, que dijo estar cansado de que le pregunten por la matanza de presos en Paracuellos del Jarama (Madrid) en 1936 cuando él ejercía como consejero del Orden Público en la Junta de Defensa de Madrid. "Que esa sea la única pregunta que me hagan es la demostración de la ignorancia que existe sobre lo que fue la defensa de Madrid. Es la única pregunta que me subleva", zanjó Carrillo, que fue definido por los autores como "un personaje cinematográfico con mucha chicha, una mezcla de Che Guevara y James Bond".
Preguntado por su compañero de filme, Manuel Fraga, y si creía que éste tendría interés en ver lo que había contado, Carrillo fue conciso: "Tengo dudas de que Manuel Fraga esté ya en condiciones de pensar algo sobre la película. No lo digo con falta de respeto, pero es que desgraciadamente ha envejecido peor que yo".
Planell abre el certamen con 'La vergüenza'
El reencuentro del director y guionista David Planell con el Festival de Cine de Málaga suscitó ayer un gran interés. Planell presentaba La vergüenza, su puesta de largo como director de largometrajes, y había cierta curiosidad por ver cómo se defendía en su debú tras el buen sabor de boca que dejó hace cinco años su trabajo como guionista en Héctor, película dirigida por Gracia Querejeta que ganó la Biznaga de Oro del certamen. Además, cuenta con dos nominaciones a los premios Goya, la última por su guión en Siete mesas de billar francés (2007), también dirigida Querejeta.
Protagonizada por Alberto San Juan, Natalia Mateo y el niño Brandon Lastra, La vergüenza cuenta la historia de una pareja que adopta a un niño peruano algo problemático y cómo este acontecimiento marca la vida de sus protagonistas, que deben madurar y aprender a ser padres sobre la marcha. "Esta es una película pequeña, muy barata. Tan barata que no pudieron decirme que no se podía hacer", comentó el director. "No creo que lo sea", replicó San Juan. "Es una película grande, y de mucha acción, pero una acción emocional", añadió el actor, que recibió los elogios del director y de su compañera, la actriz Natalia Mate.
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