La buena racha se rompe

A fuerza de malos datos económicos, el buen estado de ánimo en el que vivían las Bolsas europeas se disipó ayer. En Estados Unidos, ya en la sesión anterior los mercados habían mostrado su escepticismo sobre los vientos favorables que parecían comenzar a soplar sobre la economía. En Europa, los inversores necesitaron algo más para darse de bruces con la realidad: los datos del IPC estadounidense y su débil producción industrial.

En España, el Ibex contaba cinco sesiones consecutivas subiendo. Hasta ayer, cuando el precio que habían alcanzado los valores financieros invitaba a los inversores a recoger los beneficios acumulados en las jornadas anteriores. Así el índice selectivo cerró en 8.711,9 puntos, y perdió un 1,39%.

Entre los valores en números rojos figuraron Santander, BBVA o Banco Popular. No fueron los que recibieron el mayor castigo. Entre las empresas del Ibex, ese papel le correspondió a las energéticas Iberdrola Renovables (4,21%) y Repsol ( - 3,63%). Fuera de él, Unión Fenosa fue él valor más castigado. Una vez finalizada la OPA, que había mantenido el precio de las acciones de la eléctrica, el valor cayó un 13,5%.

Del lado de las ganancias, destacaron de nuevo dos cadenas privadas de televisión: Telecinco y Antena 3. Ambas siguieron beneficiándose de que Zapatero anunciara un recorte de publicidad en la cadena pública.

El comportamiento de los mercados españoles no fue unánime. Al Ibex 35 le siguió el índice general de la Bolsa de Madrid. En cambio, el Ibex Medium y el Small Caps ganaron posiciones. Ratificaron así el mejor comportamiento bursátil de los valores de menor tamaño.

En conjunto, en los parqués españoles se negociaron ayer 3.140 millones de euros, de los que poco más de 2.500 se movieron en el mercado abierto.

En el resto de plazas europeas, las pérdidas fueron también la tónica dominante. Sin embargo, ninguno de los grandes índices del continente registró caídas superiores a las del Ibex 35. Por su parte, en Nueva York los mercados vacilaron durante todo el día. Mostraban de esta forma la incertidumbre que reina en los mercados. Analistas e inversores no aciertan a saber si la recuperación de las últimas semanas es definitiva o, por el contrario, será una brisa de optimismo que volverá a dar paso a caídas generalizadas.