Montilla avisa a Zapatero que no aceptará "rebajas" en la financiación
El presidente catalán explota la soledad del PSOE, que necesita a ERC e ICV
Nueva maniobra de presión del Gobierno catalán para que el presidente del Ejecutivo central, José Luis Rodríguez Zapatero, se dé prisa en cerrar el acuerdo de financiación autonómica. El presidente de la Generalitat, José Montilla, dio ayer otra vuelta de tuerca a la negociación, que considera que está "en los momentos finales del partido". Pendiente del pitido del árbitro, Montilla quiso subrayar su confianza en que los interlocutores -los nuevos responsables de Economía y de Cooperación Territorial, Elena Salgado y Manuel Chaves, respectivamente- ayudarán a desencallar la financiación, pero avisó que no aceptará "ni un gramo de rebaja" en las reivindicaciones catalanas. Montilla insistió en que la paciencia de la Generalitat no es "infinita" y en que "la culpa [del retraso] es del Gobierno central".
La de ayer era la octava vez -la primera este año- que el presidente de la Generalitat comparecía tras un Consell Executiu desde que tomó posesión, en 2006. Y fue la ocasión para que Montilla recordase otra vez "la urgencia" con que se precisa el acuerdo. La crisis económica apremia y el tripartito catalán necesita esa financiación para dar salida a su política social. Ayer mismo, el propio Montilla recibió de manos de los dirigentes del Partit dels Socialistes (PSC), Iniciativa per Catalunya (ICV-EUiA) y Esquerra Republicana (ERC) el texto revisado del Pacte d'Entesa. Con él, el Gobierno catalán espera llegar hasta noviembre de 2010 para agotar la legislatura. En ese texto se hace especial hincapié en medidas sociales y de fomento del empleo.
La suerte del tripartito catalán, además, parece ligada en las últimas semanas a la del Gobierno central. Tras las elecciones vascas y gallegas, con la pérdida del apoyo habitual del Bloque Nacionalista Galego (BNG) y el Partido Nacionalista Vasco (PNV), el PSOE ha vuelto la vista hacia ERC e ICV-EUiA, la fórmula de la primera legislatura de Rodríguez Zapatero.
Independentistas y ecosocialistas se erigen ahora como posibles aliados preferentes de los socialistas en la Carrera de San Jerónimo, una vez que Convergència i Unió (CiU) ha decidido no colaborar con el PSOE en lo que queda de legislatura. Así se han encargado de recordarlo tanto el republicano Joan Ridao como el ecosocialista Joan Herrera. Y ayer el presidente Montilla ahondó en la soledad de Zapatero y el apoyo que le pueden aportar sus socios del Gobierno catalán. La aritmética parlamentaria recomienda que el Gobierno central escuche con interés las reivindicaciones catalanas, sobre todo en el campo social, en el que Zapatero quiere profundizar en los próximos meses.
Las exigencias del tripartito crecen a medida que se van superando los plazos establecidos; el primero, el 9 de agosto del año pasado (fecha en que se debía haber alcanzado el acuerdo de financiación, según el Estatuto). Montilla presionó ayer a Zapatero y exigió un desenlace rápido de la negociación. La Generalitat recibe "buenas vibraciones", según fuentes gubernamentales. Y las fuerzas del tripartito "están dispuestas a sumarse al impulso social que viene ahora con Zapatero", aseguran medios próximos a Montilla. Pero en el Palau de la Generalitat prevalece la prudencia. Ha habido muchas promesas y otros tantos incumplimientos.
¿Y el peso de los socialistas catalanes en el nuevo Gobierno de Zapatero? Montilla, también primer secretario del PSC, restó importancia a la presencia ministerial andaluza y gallega frente a la catalana. "No hay cola de gente del PSC para ir a Madrid", manifestó el presidente catalán, quien agregó: "Hay algunos ayuntamientos donde los cargos están mejor remunerados que en la Administración central".
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