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Un rayo de luz para el sector inmobiliario

Los precios de los pisos comienzan a bajar, algo que no sucedía desde 1997

María Fernández

La primera ficha de dominó en caer al inicio de la crisis fue la construcción y promoción inmobiliaria. En Galicia rompió doce años de crecimiento sin descanso, arrastrando a 30.000 trabajadores al paro y dando de baja 14.600 afiliados a la Seguridad Social. Pero hay algún síntoma de que las cosas pueden empezar a cambiar. Al menos eso es lo que opina el observatorio del sector que periódicamente publica el Centro de Investigación Económica de Caixa Galicia (CIEF). Entre un torrente de datos negativos, el estudio destaca que la capacidad para acceder a una vivienda es hoy mayor que hace unos meses. Por primera vez en 12 años, los precios comienzan a descender en la comunidad autónoma, aunque por ahora tímidamente (un 2,4%). Al análisis se suma la bajada del precio del dinero impulsada por el Banco Central Europeo, que hará que en 2009 "el esfuerzo de una familia media gallega para comprar vivienda se reduzca en más de 8 puntos". Un paso imprescindible para que las cosas cambien, pero no el único. La confianza, necesaria para que el crédito fluya, está en la otra cara de la moneda.

La demanda crecía en Vigo cuando la construcción entró en coma

Manuel Vilas, profesor titular de Análisis Económico de la Universidad de Santiago y autor del estudio, cree que la ecuación se resolverá si los precios se desploman un 20% en 2009 para, a continuación, estabilizarse.

Su cálculo expresa que, al mejorar las condiciones en las que las familias acceden a los pisos, el número de viviendas sin vender en Galicia se reducirá "a partir de 2010". Los promotores pueden apuntarse ese año como el que marcará el punto de inflexión en el mercado gallego, aunque el exceso de oferta se mantendrá hasta finales de 2012. Todo ocurrirá si las entidades financieras se replantean su actual política de racionamiento crediticio. Porque, si bien el descenso de los tipos de interés mejora las cuotas de las hipotecas, los bancos y cajas no lo están trasladando al cliente en la misma medida, ya que ahora imponen mayores primas de riesgo, ampliando el diferencial que cobran.

En cuanto a lo que ha sucedido en 2008, objeto de un análisis pormenorizado en el Observatorio, se ve que las cosas no han evolucionado del mismo modo en toda Galicia. Curiosamente, el año en que la construcción entró en coma, la demanda de apartamentos en Vigo y Santiago aumentó un 12% y un 3%. Según la sociedad de tasación Atasa, la ciudad más cara siguió siendo A Coruña, donde un piso de 50 metros roza, de media, los 100.000 euros. Le sigue Vigo, con precios de 1.848 euros por metro cuadrado y Santiago (1.685 euros). Otro dato tuvo que ver con el periodo electoral: la licitación creció un 20% el año pasado, "con llamativos aumentos, próximos al 60%, de los dos últimos trimestres del año". Aunque la demanda de obra pública no puede cubrir el hundimiento del sector residencial, por ahora es la única alternativa a la crisis. También lo está siendo la Vivienda de Protección Oficial (VPO), para la que los arquitectos pidieron más visados en el último trimestre de 2008.

Los visados también dan pistas sobre la edificación turística, que pierde pulso después de una "fugaz explosión" que tuvo lugar entre el 2005 y el 2007. Fue justo antes de la aprobación de la Ley que limita la construcción en la costa, en mayo de 2007. Hasta esa fecha se habían tramitado 50.000 proyectos de residencias a pie del mar. En todo caso, la crisis ya asomaba la cabeza si atendemos al total de los visados que pasaron por los colegios de arquitectos, que caían una media del 32% en las áreas urbanas en 2007.

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Sobre la firma

María Fernández
Redactora del diario EL PAÍS desde 2008. Ha trabajado en la delegación de Galicia, en Nacional y actualmente en la sección de Economía, dentro del suplemento NEGOCIOS. Ha sido durante cinco años profesora de narrativas digitales del Máster que imparte el periódico en colaboración con la UAM y tiene formación de posgrado en economía.

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