Los festivales sortean la crisis
Las programaciones de verano recortan gastos ante la caída del patrocinio
La crisis arrecia, pero los festivales de verano con mayor prestigio y tirón en Cataluña no disminuirán este año de forma sustancial su oferta. La contención del gasto, sin renunciar a la calidad, y los espectáculos de tirón seguro son las medidas adoptadas para capear el descenso de ingresos por patrocinio. El Festival de Torroella de Montgrí (Baix Empordà) ha sido el primero en presentar su programación y en evidenciar que, aunque no se rebaja la calidad, la crisis ha obligado a hacer recortes.
Torroella, que tendrá como principal artista invitada a la soprano Núria Rial, cuenta este año con un presupuesto de 854.000 euros, 154.000 menos que en la edición de 2008. Para ajustarse al presupuesto sin rebajar calidad, la organización ha optado por recortar gastos. Se ha suprimido la programación off, con conciertos gratuitos de pequeño formato; se ha eliminado el catering de la recepción inaugural; se han restringido los espectáculos en la plaza de la Vila, que requieren extras de montaje y se prescindirá de algún contrato temporal de colaboración durante la celebración del evento. "Haremos 12 conciertos, dos menos que el año pasado, pero mantenemos la calidad de la oferta", advierte su director Josep Lloret.
Los programadores no renuncian a la calidad, pero optan por apuestas seguras
Pese a la constatada caída del patrocinio, el Festival de Peralada ha optado por no renunciar a ningún concierto de los que su director, Joan Maria Gual, había previsto. "Se ha decidido mantener el mismo presupuesto que el año pasado, 3,5 millones de euros. Lo que cambia es que nuestro mecenas, Casinos de Catalunya, asumirá de forma excepcional el déficit. pero sólo este año", advierte Gual. "Si la crisis económica sigue el año próximo, habrá que adoptar medidas". Peralada espera que este año los ingresos por taquillaje aumenten ante el posible descenso de los viajes de verano de los propietarios de segundas residencias en el Empordà.
El Festival de Cap Roig, de Calella de Palafrugell (Baix Empordà), que ya ha avanzado que Leonard Cohen actuará el 18 de agosto en su programación, ha contenido el gasto, pero no renuncia, según su director artístico, Martín Pérez, a ofrecer el mismo número de conciertos o más que el año pasado, cuya programación contó con un presupuesto de cuatro millones de euros. "El gasto fijo -preparar las gradas y el escenario- es el mismo y se amortiza más cuanto mayor es el número de espectáculos; el variable, la contratación de artistas, se amortiza por sí mismo", asegura rotundo Pérez.
El Festival de la Porta Ferrada de Sant Feliu de Guíxols (Baix Empordà) procurará mantener, explica su director, Albert Mallol, el mismo presupuesto que el año pasado, 1,3 millones de euros, pero la oferta artística, anuncia, será un poco inferior, de tres o cuatro conciertos menos que en 2008. "Se ha decididio optimizar recursos y apostar fuerte por nombres con amplio tirón en taquilla y espectáculos con gancho", dice.
A la Schubertiada de Vilabertran (Alt Empordà) la crisis no la coge por sorpresa. Las dificultades económicas la han acompañado a lo largo de su historia con tanta persistencia como la irreductible fidelidad de su público y de muchos de los cantantes que ofrecen recitales en este festival especializado en Schubert. "Siempre hemos sido muy tozudos y vamos tirando, aunque este año hemos perdido alguno de nuestros patrocinados. Pero seguimos haciendo la Schubertiada", dice su director, Jordi Roch. ¿Y cómo? "Pues ajustando los gastos y pidiendo favores a algunos artistas que se han avenido a rebajar sus honorarios, como el barítono Mathias Goerne, que no quiere dejar de estar presente un año más en Vilabertran", explica Roch.
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