El frágil cuerpo de la pintura

La fragilidad del papel, uno de los materiales que utiliza Antoni Llanes, es una muestra del sentido de su obra, que se construye sobre el conocimiento y reconocimiento de la existencia humana rehuyendo toda explicación sobre la misma. Pero si algo reivindica este escultor catalán es la pintura, formalizada mediante el uso de diferentes soportes que le han permitido un desplazamiento de los códigos pictóricos: el uso de las tijeras o el cúter en lugar del cincel, papeles de diferentes colores que actúan como materia de la obra, la aparición de la tridimensionalidad o el volumen como fuente de color. Llanes rehúye limitarse a discursos teóricos y estéticos, sobre todo porque él apunta a la emoción y se hermana con la poesía. Aun así, fue incluido en el movimiento Povera, a finales de los sesenta, y, tras diez años de silencio, comenzó con sus papeles recortados, que le han dotado de una entidad única. A su obra plástica cabe sumar sus escritos, en los que la práctica creativa se torna en reflexión.