PSE y PP firman un pacto "no frentista"
El PNV rechaza la huelga convocada por los sindicatos nacionalistas vascos
La firma ayer en el Parlamento vasco del pacto entre el PSE y el PP aunó los esfuerzos de ambos partidos por negar el carácter "frentista" del que le acusan los grupos del tripartito de Ibarretxe y el propio Ejecutivo en funciones. A la portavoz de este último, Miren Azkarate, y a los dirigentes del PNV pidió el dirigente socialista Rodolfo Ares "que se tranquilicen y no se adelanten a hacer oposición a un Gobierno que aún no se ha constituido".
"El frentismo sólo está en la cabeza de quienes lo han practicado", recalcó el responsable socialista, en referencia a las palabras de Azkarate el martes. Impedir el asentamiento de esa imagen en la opinión pública preocupa en las filas del PSE, cuyo presidente, Jesús Eguiguren, indicó que el Gobierno que forme Patxi López, "tendrá cuatro años" para rebatir con hechos esa acusación.
Los socialistas esperan que el poso dejado por la negociación, con una presencia preferente del PP en los medios de comunicación y la impresión de que es este partido el que ha salido ganando, se disipe en cuanto emprendan la acción de gobierno en solitario.
Ares y el secretario general del PP vasco, Iñaki Oyarzábal, coincidieron en recalcar, en comparecencias realizadas por separado tras el acto formal de la firma, que se trata de un acuerdo que abrirá "una nueva etapa", cuya intención es "unir a la sociedad". Oyarzábal lo llegó a calificar de "histórico". Ambos coincidieron también en que el Ejecutivo monocolor que forme López será "fuerte y estable" frente a los dos principales problemas vascos: la crisis y el intento de "terminar definitivamente" con ETA. Oyarzábal comprometió la "lealtad total" de su partido con un acuerdo que estará "al servicio de toda la ciudadanía". Y ello con independencia de los vaivenes que puedan sufrir las relaciones entre socialistas y populares en la política nacional, aseguró. Ares resaltó que las políticas del nuevo Gobierno serán "coherentes con el programa electoral socialista" y "para el conjunto de la sociedad".
Mientras, el paro general que los sindicatos nacionalistas vascos han convocado para el próximo 21 de mayo, cuando ya esté gobernando el PSE, sólo ha encontrado el apoyo político de la izquierda abertzale. El presidente del PNV de Vizcaya, Andoni Ortuzar, expresó el rotundo rechazo de su partido. "Euskadi no está para huelgas generales", atajó Ortuzar, quien señaló que la mejor manera para salir de la crisis es "trabajar" y "fomentar el diálogo político y social".
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