Salomón Castiel cree un problema que la Mostra coincida con otros festivales

La celebración de la Mostra de València en octubre, por lo que prácticamente se solapa en fechas con otros festivales de la importancia de los de Venecia, Valladolid y San Sebastián, es un problema para Salomón Castiel, que ayer fue presentado en el Ayuntamiento de Valencia como nuevo director del certamen valenciano. "Son competencia directa de la Mostra", explicó Castiel, que en los últimos años dirigió el Teatro Cervantes de Málaga y que desde allí creó e impulsó el Festival de Málaga. Por ello, Castiel consideró que se podría abrir una fase de reflexión sobre el futuro del certamen que incluso busque un calendario más favorable, en el que haya "más facilidades para acceder a títulos" que acaban en festivales de más empaque.

Castiel (Casablanca, Marruecos, 1956) destacó el poco tiempo que resta -"apenas cinco meses por delante, que van a ser muy duros", dijo- para preparar la 30ª edición de la Mostra, que será un homenaje al director valenciano Luis García Berlanga. Y aunque apenas comentó que su intención será "apostar por nuevos contenidos pero sin perder sus señas de identidad", es decir, un festival centrado en el cine de los países del Mediterráneo, sí aseguró que "el reto es hacer una Mostra al nivel de Berlanga, nada más y nada menos". Entre sus líneas de actuación, explicó que un festival debe buscar el apoyo de los medios de comunicación y la implicación de la ciudad en la que se celebra. "Tiene que haber ambiente de festival", afirmó, "que hasta en la última cafetería de la ciudad haya un cartel". Y añadió que la Mostra tiene que "inundar Valencia de Berlanga y toda su iconografía cinematográfica".

Preguntado por los escasos 1,8 millones de euros disponibles, Castiel aseguró: "El presupuesto es el que hay y debemos adaptarnos a él de la A a la Z".

Por otra parte, el concejal del Grupo Socialista en el Ayuntamiento Juan Soto denunció que la Mostra tiene ahora menos presupuesto que en la 25ª edición, que dispuso de dos millones de euros. En cuanto a Castiel, aseguró que no va a tener "ni un cheque en blanco, ni una reprobación total" de su grupo. Aunque destacó que, con 100.000 euros anuales, cobrará el doble que su antecesor, y le van a exigir "resultados, dedicación exclusiva y profesionalidad".