Los parlamentarios del PSE que vayan al Gobierno dejarán su escaño

El PSE no tiene un régimen de separación entre cargos institucionales e internos comparable al que rige en el PNV, que condena al máximo dirigente del partido a estar ausente del Parlamento y le impide ser a su vez lehendakari, provocando con ello una bicefalia que, con cierta frecuencia, ocasiona colisiones y solapamientos en los liderazgos. La normativa interna socialista de incompatibilidades es mucho menos estricta y tampoco existe la obligación legal de que los consejeros del Gobierno abandonen sus escaños en los casos en que son previamente cargos electos.

Pese a ello, los parlamentarios socialistas que vayan a convertirse en futuros consejeros del gabinete monocolor que presidirá Patxi López van a dejar su puesto representativo en la Cámara vasca. Sólo el propio López compatibilizará la condición de lehendakari y la de parlamentario, ésta última obligatoria para aspirar al cargo. Buena parte de los nombres manjeados como probables consejeros pertenecen al grupo parlamentario. Son los casos de Rodolfo Ares, Isabel Celaa, Gemma Zabaleta o Idoia Mendia, que abandonarían sus escaños haciendo correr así la lista socialista.

Cualquier ausencia por motivo oficial complicaría además la mayoría absoluta

La situación será idéntica a la que ha sido usual en los anteriores gobiernos tripartitos de Juan José Ibarretxe. Sólo el lehendakari ha conservado su escaño en estos tres últimos mandatos y en la formación actual del grupo del PNV no está ninguno de los consejeros en funciones, porque su ejecutiva decidió excluirlos de las planchas electorales. EA y EB actuaron de igual modo.

Son varias las razones que aconsejan a los partidos, y en este caso al PSE-EE, mantener esa pauta de comportamiento, pese a que no exista incompatibilidad legal para simultanear ambos puestos. La ley sólo lo prohibe para los viceconsejeros y directores, pero no para los consejeros del ejecutivo. La primera razón viene dada por los propios estatutos internos del PSE-EE, que excluyen compatibilizar dos cargos públicos. Aunque esa regla ha tenido más de una excepción y se han producido casos de acumulación de funciones, no parece que vaya a ser el caso del próximo Gobierno, según la voluntad del propio López. La segunda razón es de operatividad y dedicación. Además, tampoco puede olvidarse que el PSE-EE debe procurar disponer al completo de su grupo en la Cámara habida cuenta de su precariedad. Por ello, cualquier viaje o un compromiso oficial de un miembro del Gobierno que fuera a la vez parlamentario podría dar al traste con la suma necesaria de 38 votos. Una última razón obedece a la incompatibilidad legal en el cobro de dos salarios procedentes de las arcas públicas: el consejero que permaneciera en su escaño, y con él su partido, perderían los haberes correspondiente a su condición de electo.