Callao echa a andar
La reforma de la plaza comienza mañana - Se duplica el espacio para peatones y se reducen las plazas de aparcamiento - Los autobuses se mudan a Jacometrezo
El famoso anuncio de Schweppes que ilumina Callao será testigo a partir de mañana de la transformación de la céntrica plaza madrileña. Las máquinas y los operarios desembarcarán en la zona para comenzar la cirugía urbana que busca peatonalizar y ordenar el corazón de la ciudad.
Las calles de Jacometrezo (entre Santo Domingo y Callao) y San Bernardo (entre Santo Domingo y Gran Vía) serán las primeras en padecer las zanjas porque las paradas de autobuses que ahora afean Callao estarán ubicadas en estas vías. El proyecto, elaborado por el Ayuntamiento de Madrid, eliminará la calzada en la céntrica plaza y desviará los autobuses por la calle de Jacometrezo, por donde sólo podrán circular vehículos autorizados. Las aceras de San Bernardo ensancharán y se reservará espacio para un carril-bus y paradas con marquesinas que completen la estación principal prevista en la calle de Jacometrezo.
Se ensancharán las aceras y se limitarán los estacionamientos en superficie
Esta calle se convertirá en un "nudo intermodal" al absorber el actual tráfico de autobuses de Callao, y la estación del metro de Callao.
La idea es limpiar de tráfico la zona, uno de los ambientes comerciales y turísticos con más pulso de la ciudad. Se eliminarán las plazas de aparcamiento en superficie y se limitará la circulación de coches por el entorno.
Las obras que comienzan mañana tienen un presupuesto inicial de 4,9 millones de euros y forman parte del Fondo Estatal de Inversión Local (FEIL), aprobado por el Gobierno para reactivar el sector de la construcción en las ciudades. Está previsto que las obras duren siete meses y afectará a una superficie total de 20.697 metros cuadrados (el equivalente a dos campos de fútbol como el Bernabéu). El plan también incluye reformas en las calles de Preciados, Silva y la cuesta de Santo Domingo. En esta vía se ensancharán notablemente las aceras y se eliminará parcialmente el aparcamiento en superficie. La cuesta de Santo Domingo será la principal conexión peatonal con la plaza de Isabel II, también en obras, la calle del Arenal y la plaza de Oriente. Las obras llegarán a la calle de Silva, que ganará un carril de circulación y perderá plazas de estacionamiento para los coches.
La plaza de Callao será íntegramente peatonal cuando estén terminadas las obras. Los viandantes que recorren ahora la plaza se topan con un complejo recorrido: una acera perimetral de siete metros y dos isletas rodeadas con una valla ornamental que dificulta el paseo. La escena se hace incómoda por la gran afluencia de peatones, la intensa presencia de tráfico rodado y el desorden del mobiliario urbano de la plaza.
Cuando las obras estén terminadas, a final de año, se habrá ganado un 89% de superficie para el viandante. Para ello, se eliminará la calzada y se hará una gran plaza de uso exclusivo para los peatones. El proyecto, elaborado por el Ayuntamiento de Madrid y financiado por el Gobierno central, incluye la eliminación de barreras arquitectónicas (rebaje de bordillos, reordenación del mobiliario urbano), ampliar las aceras y diseñar "itinerarios guías" para invidentes.
Para ambientar la zona se plantarán 48 nuevos ejemplares de plátanos y se sustituirán 83 farolas y se instalarán 39 nuevas, menos contaminantes y más eficientes. El plan de reforma de Callao y su entorno incluye la renovación del mobiliario urbano. Se instalarán nuevos bancos, aparcabicis y marquesinas más modernas.
El Ayuntamiento ha diseñado la reforma de Callao dentro de un plan para peatonalizar el centro. Además de esta zona, ya han comenzado las obras en Fuencarral y está previsto que pronto comiencen en la Puerta del Sol. Cuando todos los trabajos estén concluidos, el corazón de Madrid podrá recorrerse a pie.
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