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Condenada a 17 años la madre de la niña mauritana obligada a casarse

La pena más dura para la madre. La Audiencia Provincial de Cádiz ha condenado a 17 años de cárcel a una mujer de origen mauritano, acusada por su hija de haberla obligado a casarse a los 14 años con un hombre de 40. La sala da por buena la versión de la menor de edad. "Su testimonio fue veraz especialmente por la forma de narrar lo que pasó, entre llantos y con rabia", dice la sentencia. Considera a la madre autora de un triple delito de agresión sexual, coacciones y amenazas. Para el marido la pena se eleva a 13 años y medio de cárcel, mientras que el padre de la víctima ha sido absuelto de la mayoría de cargos y es condenado solamente por un delito de amenazas a un año y seis meses de prisión. La sentencia no es firme.

La pena para el padre es de un año y seis meses por amenazas
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La niña había nacido en Puerto Real (Cádiz) en 1992. Sus padres, aunque nacidos en Mauritania, llevaban años en España. Después tuvieron dos hijos más. A los 14 años un primo lejano solicitó al padre la mano de la pequeña. La familia aceptó y la boda se celebró en el país africano. Según los hechos probados, la menor fue forzada a mantener entonces relaciones sexuales con el que se acababa de convertir en su esposo. No hubo convivencia entre ambos porque la niña regresó a Puerto Real, aunque, meses más tarde, el marido viajó a la ciudad y volvió a acostarse con ella sin su consentimiento. Según su testimonio, su madre la obligó aquella noche mediante amenazas y golpes. Coacciones que, según explicó la menor durante el juicio, habían sido constantes desde que contrajo matrimonio para que atendiera bien a su esposo.

La sentencia impone la pena máxima a la madre porque su acción fue determinante para la agresión sexual. A ese delito se suma el de las coacciones y las amenazas con agravante de parentesco. Al marido se le impone una pena de 13 años y seis meses de cárcel por agresión sexual con agravante de parentesco. Y al padre sólo se le impone un año y medio de prisión por el delito de amenazas, ya que la noche de la violación él no estaba en la casa, por lo que no se considera probado que fuera causante del delito.

El tribunal entiende que no ha habido maltrato ni daños a la integridad moral de la víctima como había pedido la Fiscalía, que reclamó 22 años de cárcel y 10 meses para la madre; 20 años y 10 meses para el padre; y 15 años para el marido. Además, se condena a la madre y al esposo a pagar una indemnización de 15.000 euros, y se le prohíbe a la madre a acercarse a 500 metros de la niña o comunicarse con ella durante el tiempo de condena. El padre no podrá hacerlo durante cuatro años.

La Fiscalía de Cádiz estudiará los próximos días la sentencia para plantear un recurso que aumente las penas para los tres acusados. La defensa tiene la posibilidad de recurrir ante el Tribunal Supremo. "La sentencia es la crónica de una condena anunciada de antemano", comentó ayer Sidi Mohamed, mauritano residente en Andalucía y portavoz de la familia condenada, informa Ignacio Cembrero. "Las diligencias fueron orientadas y estuvieron incluso teñidas de racismo", dijo.

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