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Castells advierte que la economía catalana retrocederá más de lo previsto

La Generalitat estima ahora una caída del PIB de hasta el 3,2% para este año

"Lo peor está por venir", dijo el consejero de Economía, Antoni Castells, a finales de enero, tras confirmar que Cataluña llevaba tres trimestres en recesión. Entonces vaticinó un retroceso del PIB en torno al 2% para 2009. El consejero acertó. No en el dato, sino en el pronóstico, en el empeoramiento de la situación. Castells volvió a rebajar ayer las previsiones de decrecimiento para este año: calcula que el retroceso será de entre el 3% y el 3,2%. La estimación inicial, incluida en los Presupuestos de 2009, era del -0,1%.

Y es que una de las características de esta crisis es la velocidad del deterioro, lo que dificulta las previsiones y la toma de decisiones. Las cosas cambian radicalmente, en cuestión de semanas y, de momento, siempre para peor.

"El realismo es la primera condición para que un gobierno transmita confianza", dijo ayer el consejero durante el coloquio de un desayuno. Y el panorama que dibuja su departamento es el siguiente: un "claro deterioro de la coyuntura", marcado de forma muy especial por la contracción de la demanda interna y los efectos de ésta sobre el mercado de trabajo, donde se está produciendo un fuerte ajuste del empleo.

La revisión del crecimiento, en línea con los pronósticos de organismos internacionales como el FMI (que estima un crecimiento del 3,2% para la Europa del euro), se basa en los datos definitivos del cierre de 2008, que confirman la rapidez del avance de la crisis. En el último trimestre, el PIB catalán retrocedió el 1,3% en términos interanuales (respecto al mismo periodo de 2007), el doble de las estimaciones iniciales, con lo que cerró el crecimiento anual en el 0,7%, dos décimas menos de lo avanzado en enero.

La economía catalana vive una "crisis muy seria", subrayó Castells, que reiteró que, al mismo tiempo, "cuenta con unos buenos fundamentos para salir reforzada". Pero habrá que esperar. En 2009, el consumo de las familias bajará un 3%, la inversión en bienes de equipo el 13,8% y las exportaciones caerán el 10,8%.

El presidente de la Generalitat, José Montilla, no fue más optimista en una comida con cerca de 170 empresarios invitados en un acto privado en el Círculo Ecuestre. Reiteró que la situación económica es delicada y que es necesario el trabajo de todos, y también la "complicidad" con los empresarios, para remontarla. Ante una nutrida representación de la burguesía catalana, defendió el mantenimiento del impuesto de sucesiones, rebajado tras su reforma, y, en cuanto a la financiación, llamó a no caer en el "estrés" hablando cada día del tema para acabar augurando que se acordará "una cifra buena para todos".

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