La oposición se niega a dar carpetazo al debate de la deuda histórica
Griñán alerta del peligro de regalar argumentos a otras comunidades autónomas
"La deuda histórica es historia". El vicepresidente económico de la Junta, José Antonio Griñán, cerró ayer en el Parlamento con esta frase efectista su explicación del reciente acuerdo con el Gobierno. No parece, sin embargo, que vaya a desaparecer de la escena política un debate que tanto ha dado de sí en la última década, toda vez que la oposición se niega a pasar página y darse por satisfecha. La cantidad pactada -1.204 millones de euros- recibió de IU y PP toda suerte de sinónimos de dos conceptos centrales: traición e indignidad.
Ambos dejaron muy claro que van a estar vigilantes de la forma y los plazos de los futuros pagos -el presupuesto andaluz de 2009 incluye una partida de 300 millones que aún no ha llegado-, y seguirán reivindicando las cantidades que consideran adecuadas: 3.500 millones el PP, y 7.000 IU.
Griñán se esforzó en ser didáctico, desmenuzar cifras y razonar los números para incidir en un mensaje: los 1.204 millones acordados no son una cantidad aleatoria señalada al voleo, sino un derecho constitucional exigible de Andalucía, demostrado euro a euro. Porque el consejero se mostró especialmente preocupado por la reacción que el cierre de la deuda ha tenido fuera de Andalucía, y la desventaja que la incomprensión de esta demanda histórica podría suponer para la negociación del nuevo modelo de financiación autonómica. "La deuda se va a hacer efectiva con el dinero de todos los españoles, y es importante que nadie pueda decir que Andalucía ha obtenido algo disparatado que no proviene de la legalidad", alertó, y apoyó su afirmación con una lista de titulares de prensa de fuera de la comunidad en los que se viene a decir que Rodríguez Zapatero ha hecho un gracioso regalo de 1.204 millones a Manuel Chaves.
Antonio Sanz y Pedro Vaquero, los oradores de PP e IU, coincidieron en la premisa de que el acuerdo ha sido una dejación de la Junta para favorecer al Gobierno central y que con él se entierra, además de un derecho, un símbolo. "Nunca se ha perdido tanto en tan poco tiempo", dijo el izquierdista, mientras que el popular hizo una complicada combinación numérica para concluir que cada andaluz recibirá únicamente 95 euros, que es lo que sale si se resta lo que ya se ha pagado (420 millones), y no 150 euros, si se contempla la cifra global.
El socialista Luis Pizarro aseveró que IU y PP jamás tuvieron intención de consensuar la deuda, ya que ha sido tradicionalmente unas de sus "municiones" favoritas en la tarea de desgaste del presidente de la Junta.
El mismo escepticismo muestra el PSOE respecto a un final positivo de las negociaciones del pacto por el empleo, pese a que Chaves anunció ayer que hará una nueva propuesta a la oposición.
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