La huelga de estibadores deja seco el puerto de Valencia por segundo día
El segundo y último día de huelga de estibadores volvió a dejar ayer seco el puerto de Valencia. Los barcos se cargaron y se descargaron, según la autoridad portuaria, pero los contenedores no salieron del recinto porque no los subieron a los camiones. El puerto calcula que a diario entran y salen unos 2.000 camiones. Hace menos de un año, cuando estalló la huelga de transportistas, la estimación era, sin embargo, del doble, lo que puede interpretarse como un signo de la crisis. El seguimiento en Valencia (el paro de estibadores fue convocado en toda España contra la nueva Ley de Puertos) alcanzó al 100% de los 1.258 trabajadores, según la mayoritaria Coordinadora de Trabajadores del Mar. Su portavoz, Rafael Besés, declaró a Efe que las mercancías perecederas sí fueron descargadas, en cumplimiento con los servicios mínimos establecidos, y que lo mismo ocurrió con los servicios especiales.
También se libraron del bloqueo las instalaciones especiales, como las cisternas de productos refinados, ya que no requieren servicio de estiba para llevarse a cabo.
El tráfico de mercancías en los puertos de Valencia, Sagunto y Gandia descendió, por otra parte, un 2% respecto al mismo mes de 2008, quedándose en 4,4 millones de toneladas, según informó la autoridad portuaria. Destaca especialmente la caída del 63% en automóviles y piezas, así como la del cemento y del clinker (material de construcción). El organismo achacó el retroceso a "la recesión económica internacional".
Valencia registró, paralelamente un incremento en el tráfico de contenedores de 287.559 Teu, lo que supone un incremento del 7,66% respecto al mes de enero del año pasado. Pero la categoría de importación y exportación descendió en el mismo periodo un 15%.
Lo que más influyó en el descenso global del 2% registrado en Valencia fue la mercancía general que no va en contenedores, con un desplome del 46,7%; y los graneles sólidos, con otro del 45,6%. En el otro extremo, subió el tráfico de graneles líquidos (un 21,3%), de gas natural (un 3,9%), y de vino, que se disparó un 218%.
