El gobierno coruñés sabía que estaba suelta la valla mortal

Tanto el PP como los vecinos del paseo marítimo de A Coruña aseguran haber denunciado hace ya algún tiempo el mal estado de la hilera de barandillas metálicas en la que, cerca de la escuela de artes Pablo Picasso y en el lado opuesto al mar, perdió la vida el sábado una mujer de 51 años. La víctima, acompañada por su marido y un matrimonio amigo con su hija de corta edad, todos ellos procedentes de Salamanca, estaba de visita en la ciudad cuando al apoyarse en una de las barandillas, ésta cedió. La mujer se cayó de una altura de cinco metros al aparcamiento de coches de la calle Veramar y falleció en el acto.

La juez de guardia y los policías desplazados hasta el lugar del accidente tomaron fotos de la balaustrada y comprobaron que la estructura que cedió no era la única que estaba defectuosa. Varias de las barandillas metálicas en este tramo del paseo marítimo se mueven con sólo un dedo, algunos de sus anclajes al suelo están oxidados, o rotos e incluso faltan tornillos, según comprobaron los agentes de las policías nacional y municipal. La víctima sólo apoyó el codo de un brazo en la barandilla que cedió, según relató su marido.

El Ayuntamiento de A Coruña, pese a que esas vallas están bajo su responsabilidad, se ha negado a hacer declaraciones sobre el fatal accidente. Vecinos de la zona aseguran que ya habían alertado a las autoridades municipales de la necesidad de revisar esas estructuras, instaladas hace unos 15 años para evitar accidentes como el que ocurrió este fin de semana. Los residentes afirman que juegan muchos niños en ese tramo del paseo y que incluso se cuelgan de las barandillas tambaleantes.

El PP, que exigirá la apertura de una investigación, también pidió que se vigilase el estado de esas estructuras hace ya un año, después de que una ola se llevara por delante parte de la balaustrada de piedra que separa el paseo del mar. El PP dice que en su iniciativa, sin respuesta por parte del gobierno que preside Javier Losada, ya llamaba la atención sobre la necesidad de apuntalar los anclajes defectuosos.