Absentismo escolar contra la ley

Unos 170 niños no asisten a clase en cinco pueblos de la Sierra de Cádiz desde hace más de una semana. Sus padres pretenden evitar el traslado de los chicos a otros municipios cercanos que sí disponen de institutos donde cursar el primer ciclo de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO). Las medidas de presión son diarias e indefinidas. La localidad de El Gastor acogió en la tarde de ayer una nueva concentración de protesta y, durante la mañana, unas 100 personas se encadenaron a las puertas del centro educativo de Algar para evitar la entrada en las instalaciones de profesores y alumnos.

Esta situación no es aislada. Los tutores de otros 150 alumnos de la zona rural de Jerez han iniciado un calendario de movilizaciones por los traslados a centros de referencia dictados por la Consejería de Educación y no descartan igualmente optar por el absentismo escolar de sus hijos. Actualmente estos chavales de 11, 12 y 13 años cursan la primera mitad de la ESO en los denominados centros semi-d, instalaciones transitorias construidas por la Administración a petición de la Ley de Ordenación General del Sistema Educativo (LOGSE) en las que se estudia tanto la enseñanza primaria como el primer ciclo de la secundaria.

170 niños llevan más de una semana sin asistir a clase como medida de presión

El problema radica en que la nueva legislación, la Ley de Educación de Andalucía (LEA), ya no contempla la figura de los centros semi-d, por lo que la Consejería ha ordenado el traslado del alumnado a institutos que sí cuentan con personal docente especializado (licenciados) y las infraestructuras adecuadas, como aulas de tecnología, música, informática o laboratorio.

Para la Administración autonómica el traslado es una mejora de la calidad de enseñanza y para los padres es una fórmula de economización de la educación. El rechazo de los padres es palmario. Admiten que la nueva ley no recoge los centros semi-d, pero subrayan que tampoco los prohíbe. Los padres se oponen a que los niños recorran, cada día, entre 20 y 30 kilómetros por carreteras comarcales y secundarias para recibir una formación que, según ellos, no dista de la que disfrutan en sus pueblos.

"¿Cómo se explica que la Consejería haya hecho estos centros con laboratorios y aulas de música y tecnología hace menos de cinco años y ahora los deje vacíos y se lleve a los niños a institutos masificados de Jerez?", se pregunta Paqui Morales, portavoz de la plataforma Por una Educación de Calidad en la Campiña de Jerez. "¿Es lógico este traslado cuando, por ejemplo, en la pedanía de Torrecera el centro semi-d con aulas de música, laboratorio y el nuevo edificio para el primer ciclo de secundaria se ha inaugurado este mismo curso?", agrega Morales.

"No vamos a parar hasta frenar a la Consejería. No hay necesidad de que chicos tan pequeños tengan que irse de los pueblos para estudiar en los institutos teniendo aulas al lado de sus casas por la sencilla razón de que la Junta se quiera ahorrar el dinero", señala una de las madres de Algar, donde 70 alumnos deben abandonar los centros semi-d. "Nuestros hijos una vez que vuelvan a casa tampoco tendrán actividades extraescolares por las tardes. Perdemos en bienestar", se queja enérgica.

El delegado provincial de la Consejería de Educación, Manuel Brenes, ya ha recibido a una representación de los padres, a los que ha explicado que la principal razón del traslado no es otra que "la mejora de la calidad de enseñanza de ese alumnado". De hecho, en los centros semi-d los chavales no cuentan ni con profesores especializados ni con departamentos de orientación ni con las infraestructuras más adecuadas. Asimismo, la Consejería se compromete a sufragar el traslado diario en autocar de los alumnos, como ya hace con otros 13.000 estudiantes de pequeñas localidades de Cádiz, 300 de ellos de infantil. Mientras las partes siguen enfrentadas, casi 200 niños llevan más de una semana sin acudir a las aulas.