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Reportaje:

El cosmos, la pólvora y el arte

El artista chino Cai Guo-Qiang descubre su fascinación por la astronomía y su influencia en la creación de obras utilizando el poder de la pólvora

La celebración en 2009 del Año Internacional de la Astronomía supuso sólo una excusa para que el artista chino Cai Guo-Qiang hablase ayer en el Museo Guggenheim de su pasión por la cosmología. Cinco días antes de la inauguración en la pinacoteca bilbaína de una retrospectiva que mostrará sus dibujos realizados con pólvora, espectaculares instalaciones e imágenes de lo que denomina "eventos explosivos" -otra vez la milenaria pólvora china, esta vez utilizada en el exterior, en conexión con la performance y el Land Art- descubrió el impacto que le causó haber leído el libro de divulgación Cosmos, de Carl Sagan. "No me siento obsesionado por los aspectos físicos, por las verdades científicas", dijo Cai. "El Universo es tan vasto que está fuera de mi control. Me reconforta pensar en que es tan grande, en una patria mayor, en la que yo soy muy pequeño".

"No me siento obsesionado por las verdades científicas"

Cosmos, en una edición en chino gastada por el uso, le acompaña en sus viajes. Con el libro en el bolsillo, proyectó en el museo imágenes de sus dibujos con pólvora conectados con el Universo: instalaciones que aluden al Big Bang y siluetas de su propia figura creadas al explotar la pólvora, que manejan la relación entre la materia y la energía, entre la destrucción y la creación de algo nuevo. Y para relacionar al ser humano con el cosmos, Cai eligió una obra que muestra un electrocardiograma de su corazón registrado al tiempo que realizaba una explosión al aire libre.

La visión de una experta corroboró que la cosmología resulta evidente en la obra de Cai. La astrofísica Montserrat Villar, coordinadora del Año Internacional de la Astronomía en España, lo demostró comparando las obras del artista chino sobre eclipses de luna con imágenes científicas, sus dibujos con fotografías tomadas por el telescopio Hubble y otras obras con paralelismos con la búsqueda de vida fuera de la Tierra. "Yo creo en los extraterrestres", dijo el autor. "No puedo creer que sólo en la Tierra hay vida. Prefiero pensar que hay otros seres aunque no hayamos comunicado con ellos".

Cai, autor del espectáculo de fuegos artificiales de las ceremonias de apertura y clausura de los Juegos Olímpicos de Pekín, descubrió con ese encargo la dificultad de trasladar al arte los conceptos de la guerra y la paz. Ayer descubrió que quiso retomar el carácter simbólico del Guernica de Picasso, pero su proyecto no fue aprobado por el Comité Olímpico Internacional (COI). Cai planeó mostrar en el estadio una gigantesca reproducción del Guernica, que fuera silueteada con pólvora para crear una gran explosión. Los restos serían limpiados en el mismo momento para descubrir una superficie cubierta de hierba y flores. "Era hablar de la paz con un método contemporáneo, muy creativo, pero no se hizo porque al COI le preocupaba que el público europeo no lo entendiera", explicó el artista.

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