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Del separatismo al independentismo

Fundadores del PSAN reviven los debates que alumbraron el partido en 1969

Enric Company

Algunos debates de hace 40 años entre los entonces clandestinos partidos catalanes pueden seguir provocando controversias, pese a todo lo que ha llovido. Es lo que ocurrió ayer en una conferencia conmemorativa del 40 aniversario de la creación del Partit Socialista d'Alliberament Nacional (PSAN). Uno de sus fundadores, Joan Armet, sostuvo que la actual alianza tripartita de la izquierda catalana "representa hoy la unión de la lucha nacional y la reivindicación social que preconizaba el PSAN".

Esta afirmación animó de golpe lo que hasta aquel momento había sido una más bien aburrida e insulsa explicación sobre los antecedentes y la aparición de un partido que en 1969 aspiraba nada más y nada menos que a disputar a PSUC la vanguardia de la lucha obrera y nacional contra la dictadura franquista.

"Te aseguro que si hubiera sabido que la creación del PSAN iba a terminar en el tripartito, no me habría movido de mi casa", le replicó otro de los fundadores, Josep Ferrer, a quien se reconoce haber sido el principal ideólogo en los inicios del PSAN. Eso sucedió ante una audiencia de unas 60 personas, en la sala de actos de Òmnium Cultural en Barcelona, pero cuando era ya hora de dar por terminado el acto.

Fue una lástima, porque en las distintas intervenciones se había atribuido al PSAN el haber sido la fuerza que en la década de 1960 actualizó conceptualmente el independentismo, al pasar de la negativa idea del separatismo a la positiva de independencia nacional. "Éramos la mosca cojonera que estaba siempre ahí presionando con la reivindicación de la autodeterminación y la idea de países catalanes", recordó Ferrer.

Además de Ferrer y Armet intervino otro de los fundadores, Carles Castellanos, que con una pesimista y negativa visión del devenir político de los últimos 40 años en Cataluña y España dio una cumplida demostración de las razones por las que el PSAN perdió todas sus batallas por la hegemonía en la izquierda, sufrió una escisión tras otra hasta ser, como ahora es, algo más digno de estudio histórico que de atención política.

Al PSAN se le reconoció haber sido semillero de políticos, como demuestra que a él pertenecieran dos miembros del actual Gobierno, el vicepresidente, Josep Lluís Carod, y el consejero Josep Huguet.

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