Griñán avisa de las críticas de fuera por la deuda histórica
El vicepresidente segundo de la Junta y consejero de Economía, José Antonio Griñán, confío en que después del acuerdo sobre el pago de la deuda histórica, que se cerrará el lunes en Madrid con el Gobierno, la reacción del resto de las autonomías tengan la misma "fuerza argumental" que ha tenido su equipo a la hora de exigir ante el Gobierno esta reivindicación que recoge el Estatuto de Autonomía.
Consciente de la extrañeza, e incluso escándalo, que despierta la deuda histórica en otros territorios de España, insistió una vez más en que "lejos de ser sólo munición política", las asignaciones reclamadas tienen un origen real y son un derecho constitucional exigible, que goza de singularidad estatutaria.
El consejero no llegar a precisar la cifra definitiva de la deuda histórica, pero un día ante, el vicepresidente primero, Gaspar Zarrías, confirmó que será de 1.200 millones de euros, casi 800 millones más del suelo de la horquilla que barajaba la Junta.
Fuentes de la consejería explicaron que de los 780 millones pendientes de abonar -tras el adelanto de 420 millones en 1996 y 2008-, lo más conveniente para las arcas de la Junta es que durante este ejercicio se transfieran los 300 que ya están consignados en el presupuesto autonómico, y los 480 millones restantes lleguen en 2010.
Respecto al nuevo modelo de financiación autonómica, Griñán reiteró que su previsión es que Andalucía reciba unos 1.000 millones de euros adicionales a los que obtiene con el sistema actual.
Tanto PP e IU criticaron la cantidad "ridícula y mísera" de la deuda histórica, y acusaron al Gobierno de Chaves de poner este señuelo para que la oposición "se trague" el nuevo sistema de financiación.
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