El mármol de Almería entra en barrena

La comarca del mármol almeriense, el segundo pilar de la economía en la provincia tras la agricultura, vive sus momentos más críticos por la crisis del ladrillo. De los 6.000 empleos directos que da el sector de la piedra natural se han perdido 1.258. El sector, que hace tan sólo dos años facturó casi 700 millones de euros por parte de las 200 empresas repartidas en la zona -la mayoría con cantera propia y con fábricas-, estima que necesita 150 millones de euros para salir del bache y evitar el cierre encadenado de empresas. A través de la "mesa de la crisis" constituida esta semana por empresarios, sindicatos y políticos el sector presentará una hoja de ruta a las administraciones para afrontar la crisis.

El pesimismo invade las entrañas de la sierra de Los Filabres, que en la última década ha dado prosperidad a más de una docena de pequeños municipios. De las 147 canteras en explotación, han cerrado 56 en el último año, si bien en activo sólo existe una veintena. "No es que estén cerradas, pero operativas sólo habrá 17 o 20. Esto ha provocado la pérdida de trabajo en las propias canteras con un 25% de destrucción de empleo. En los próximos tres meses se puede perder el doble si no tomamos medidas. Por eso hemos constituido este foro", afirma Antonio Rosal, secretario general del sindicato provincial de construcción de CC OO.

Los intereses comunes en la Mesa Permanente de la Crisis, nombre oficial del órgano, giran en torno a la defensa de los puestos de trabajo y a que las empresas puedan mantenerse en activo. Sin duda, el sector ha pagado los platos rotos por destinar el 80% del producto al mercado nacional. "Los pedidos han bajado hasta en un 50% en numerosas empresas en el último trimestre. Por eso queremos hacer un plan sectorial que permita salir adelante", explica el presidente de los empresarios del mármol, Manuel Sánchez. Ese plan sectorial pasa por la diversificación, la expansión a mercados internacionales y un cambio en la estructura empresarial de la zona, muy atomizada.

Tras la primera reunión de la mesa el compromiso empresarial pasa por realizar un estudio "empresa por empresa" para cuantificar las necesidades financieras. Los cálculos, no obstante, se cifran en 150 millones de euros. "La realidad presente es que no hay pedidos. Hay una crisis financiera con un volumen de impagados procedente de la construcción que todas las empresas padecen", reconoce Rosal.

La mesa, que volverá a reunirse el 2 de febrero, tendrá lista para entonces un documento único que se presentará a las administraciones. Mientras tanto, los empresarios ya han plasmado su lista de peticiones con las líneas estratégicas que se deben seguir: propuesta de estructura financiera, aplicación de medidas económicas relacionadas con la refinanciación de las empresas, medidas fiscales y de ahorro de costes energéticos y propuestas relacionadas con el uso de la piedra natural de Andalucía en la obra pública y en las que van a ejecutar los Ayuntamientos de la comunidad dentro del fondo extraordinario del Gobierno central.