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El PP nacional fuerza la suspensión de militancia del ex alcalde de Boadilla

El ex regidor, imputado por Garzón, seguirá como concejal popular

Arturo González Panero, ex alcalde de Boadilla del Monte imputado en la trama de corrupción que investiga el juez Garzón, ha sido suspendido "cautelarmente" de militancia en el Partido Popular por la número dos de la formación, María Dolores de Cospedal. Esperanza Aguirre anunció ayer que el ex regidor había pedido voluntariamente apartarse por un tiempo y que la agrupación del pueblo, hasta ayer presidida por él mismo, quedará en manos de una gestora liderada por el primer edil de Alcalá, Bartolomé González.

Fuentes próximas a González Panero aseguran que éste no se ha dado de baja "ni ha firmado ningún papel". También que en las próximas horas "negociará una solución", y advierten de que en esa "negociación" Panero exigirá que se le respete. El ex alcalde, dicen, está muy satisfecho de la elección de Bartolomé González: "Es amigo mío".

La idea de la suspensión del imputado en el caso Gürtel parte de Génova, según fuentes del PP madrileño. Su secretaria general recibió en su día, hace dos semanas, a González Panero y éste, entre su batería de excusas, llegó a decir que si era necesario se apartaría para no perjudicar al partido. Una frase pronunciada al descuido y sin intención pero de la que los dirigentes nacionales del PP tomaron nota. Panero asistió a esa reunión, ya destituido, en su coche oficial de regidor.

González Panero también, se supone, abandonará sus responsabilidades en la Ejecutiva regional del PP, en la que ocupa el área de relaciones con la Federación Madrileña de Municipios. "Cuando se convoque el siguiente consejo de dirección él no será invitado", confirman fuentes populares.

Sin embargo, donde permanecerá es en el grupo municipal de Boadilla. González Panero, obligado a dimitir el pasado 10 de febrero, conserva su despacho de alcalde. "¿Dónde voy a dejar mis cosas hasta que me den otro sitio?", es su argumento para oponerse a la mudanza, según voces municipales. Desde el PP advierten de que no se le puede expulsar "sin una votación". Además, insisten, "hay independientes en los equipos de gobierno". "No está previsto que pase al grupo mixto", concluyen.

La realidad municipal de Boadilla del Monte no ha acusado el trueque del dimisionario González Panero por su ex concejal de Hacienda y número tres de la lista, Juan Carlos Siguero."Panero sigue mandando en todo", dicen miembros de la Corporación municipal, sita en un moderno inmueble marrón casi al final de la sinuosa calle de José Antonio, cerca de su confluencia con la avenida del Generalisímo. Hasta el punto de que varias fuentes de los populares aseguran que el ex alcalde se jacta de que mantendrá el control en el urbanismo de la localidad, a través de las obras, y que, al menos, se quedará con la Concejalía de Deportes. Eso, al margen de que ocupa un cargo en la Empresa Municipal del Suelo y la Vivienda sobre el que no parece que tenga intención de renunciar.

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Su control de la vida municipal también se refleja en una reciente reunión del nuevo alcalde con los concejales para avisarles de que se citará con ellos uno a uno para explicarles sus cometidos, González Panero estuvo presente haciendo comentarios supuestamente irónicos y se ofreció a "asesorar" al nuevo regidor, un hombre de su confianza. "No sabemos en calidad de qué estaba en esa junta, porque no se tomó la molestia de darnos explicaciones", revela uno de los asistentes.

Una actitud a la que los componentes del gobierno de Boadilla están acostumbrados. "Allí reina el terror desde hace muchos años", explica un miembro del PP. Tanto es así que el partido y el propio equipo dirigente municipal se habían escindido en dos partes. Una, liderada por la que era hasta ese momento la número dos, María Jesús Díaz, y otra por Panero. La facción de Díaz, obligada a dimitir el mismo día que el ex alcalde, era mucho más minoritaria y sus concejales se quedaron sin ninguna responsabilidad efectiva de gobierno. Incluso, de ese modo, González Panero consiguió excluirlos de las reuniones del Consistorio. Al menos ocho de los actuales concejales de la Corporación están muy próximos a González Panero. Casi todos ellos ocupan las áreas de mayor relevancia.

La gestora que desde el lunes se hará cargo de la agrupación del partido en Boadilla estará encabezada por Bartolomé González, alcalde de Alcalá. Pero quien tendrá el control cotidiano de la formación será Miriam Villares, antigua diputada regional y concejal de Cultura.

Villares, que ocupó el puesto décimo en las últimas listas electorales, fue la apuesta de la dirección popular para sustituir como alcalde a González Panero. Para que ello sucediese, todos los que la precedían en la papeleta debían renunciar al cargo. Sigueros, a instancias de Panero, decidió no renunciar.

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