La presión vecinal frena una mezquita en Castellón
La Vall d'Uixó duda si dar la licencia tras recibir 1.000 firmas de protesta
"Ya veremos". Así contestó ayer el Ayuntamiento de La Vall d'Uixó (Castellón), gobernado por el PP, a la pregunta de si permitirá abrir un centro cultural islámico con mezquita. De momento, las obras están paralizadas, ya que se iniciaron sin licencia. "Tienen que subsanar unas deficiencias del proyecto", alegaron fuentes municipales. Las dudas en el Ayuntamiento han surgido a raíz de una recogida de firmas entre los vecinos contra "la ubicación y puesta en funcionamiento de la mezquita". Cerca de un millar de personas han suscrito ya el documento, que circula por el barrio.
Las voces en la calle son algo beligerantes, aunque la mayoría de los vecinos guarda las formas para que no se le pueda tachar de racista. "A nadie le gusta que pongan una cosa así al lado de su casa", esgrime una vecina, aunque sólo habla de la "aglomeración" de gente que puede suponer. "Pues a mí no me parece bien", alega otra, "porque han estado obrando de noche y sin permiso".
"La gente siempre se opone, pasa en todos los sitios, porque hay miedo, por desconocimiento y la gente piensa lo peor", declaró Said Ratbi, presidente del Centro Cultural Islámico en el pueblo. Ratbi no quiso hablar de xenofobia, porque le crea "una profunda tristeza pensar que una sociedad aconfesional y multicultural pueda existir eso".
El inicio del conflicto se remonta a principios de año, cuando los responsables de la asociación musulmana local encargaron a una empresa las obras en un antiguo concesionario de coches, en un local de 600 metros cuadrados, en el barrio Toledo de La Vall d'Uixó, localidad de 32.000 habitantes. Las obras se iniciaron con licencia de obra menor, cuando precisaban de una de mayor cobertura. Los vecinos avisaron al Ayuntamiento.
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