Mejorar el aire evitaría 1.200 muertes al año en el área metropolitana
El Aula EL PAÍS analiza el impacto de la contaminación sobre la salud
Reducir la contaminación ambiental a los niveles que recomienda la OMS evitaría 1.200 muertes anuales en el área metropolitana de Barcelona, reduciría el 2% los ingresos hospitalarios y el 25% los episodios de bronquitis, y aumentaría la esperanza de vida de los ciudadanos en 14 meses. Estos datos se desprenden de estudios presentados por Nino Künzli, investigador del Centro de Investigación en Epidemiología Ambiental del Instituto Municipal de Investigaciones Médicas, durante el encuentro Barcelona, ¿ciudad contaminada?, organizado el pasado martes por Aula EL PAÍS y el Observatorio de la Comunicación Científica de la Universidad Pompeu Fabra con la colaboración del Instituto Novartis.
Actualmente, Barcelona sobrepasa los límites de contaminación que establece la normativa europea, que a partir del 2010 podrá empezar a sancionar. De hecho, la UE ya ha empezado a pedir informes a todas las ciudades que, como Barcelona, sobrepasan los niveles de dióxido de nitrógeno y partículas en suspensión (PM10), explicó Isabel Hernández, subdirectora de Prevención y Control Atmosférico del Departamento de Medio Ambiente de la Generalitat. El plan de actuación de la Administración autonómica para disminuir la contaminación atmosférica incluye un total de 73 medidas. Entre ellas, la limitación de la velocidad a 80 kilómetros por hora en las vías de acceso a la ciudad de Barcelona, que tienen un flujo de tráfico diario que afecta a 1,3 millones de personas. Hernández explicó que la medida ha logrado disminuir la contaminación el 10%, según datos del primer semestre del 2008. Entre septiembre y noviembre, se redujo el 13%, tres puntos más atribuibles a la crisis, reconoció Hernández.
Künzli presentó datos de estudios realizados en California, extrapolables a Barcelona, ya que "la calidad del aire en las zonas más contaminadas de Los Ángeles es similar". Con el aumento de PM10 hay más visitas a urgencias, infartos y ataques de asma. Los niños que viven a una distancia de entre 50 y 100 metros de vías congestionadas tienen una menor función pulmonar. Las personas que han sufrido un infarto expuestas a la contaminación de vehículos diésel presentan signos de isquemia (falta de oxígeno en el músculo del corazón) y alteraciones en la presencia de factores de coagulación.
Hernández reconoció que actualmente en Cataluña no existe un sistema de alertas para avisar a los ciudadanos cuando los niveles de estos contaminantes aumentan. Sólo se alerta cuando se sobrepasan los niveles de ozono en Vic, Tarragona y el Pirineo.
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