El esquí invade el parque nacional de Sierra Nevada

El viejo sueño de la estación de esquí de Sierra Nevada de ofrecer pistas en los terrenos del parque nacional, una de las 14 joyas del medio ambiente de España, se cumplió el pasado fin de semana. Los operarios de la estación -propiedad de la Junta de Andalucía- balizaron y acondicionaron una pista de un kilómetro en el espacio protegido, pese a la prohibición. La empresa afirma que todo fue "un error", que "la máquina, al pisar la pista se salió un poco", algo que el propio departamento de Medio Ambiente de la Junta, que gestiona también el parque, niega. "Un error no. Los límites están muy claros". Y los técnicos "conocen perfectamente" el dominio esquiable, añaden. La Junta ha abierto un expediente por falta grave.

El domingo por la mañana, la estación de esquí de Sierra Nevada presentaba un aspecto ideal. Por primera vez en su historia, alcanzaba los 100 kilómetros de pistas esquiables y los remontes estaban repletos. "Hay pistas abiertas que ni recordábamos. En algunas zonas hay hasta cuatro metros de nieve", explica con satisfacción una portavoz de Cetursa, la empresa pública propietaria de la estación.

Desde hace años, los responsables de la estación fantasean con esquiar en el parque, algo que incluso contempló un borrador del plan del espacio protegido de 2002 y que han pedido repetidamente los empresarios. El lunes a las 8.30, los guardas del parque presentaron la denuncia por la invasión. La Junta ha ordenado que se restaure la zona invadida. Aunque la estación afirma que no ha habido daño para el medio ambiente, el caso revela las crecientes tensiones por el uso en los parques nacionales, especialmente desde que los gestionan las comunidades, como dictó el Tribunal Constitucional en 2004.

"Si tienes una estación de esquí rodeada por un parque nacional en el que no se puede esquiar seguro que vas a tener conflicto. Y si el parque y la estación las gestiona la misma administración, aún más", señala el coordinador de Ecologistas en Acción, Theo Oberhuber. Por eso los ecologistas fueron muy críticos con la sentencia que otorgaba la gestión a las autonomías.

Los conflictos no acaban ahí. El director de la estación biológica de Doñana, Fernando Hiraldo, pidió ayer, en declaraciones a Efe, que "sólo El Rocío tradicional" atraviese Doñana, ya que los todoterreno que ahora lo cruzan dañan el espacio. En Daimiel, la Junta de Castilla-La Mancha es la encargada de preservar las lagunas y también de dirigir la agricultura que le chupa el agua.