Piratas, marinos, jefes y burguesas

Samuel Fosso (Kumba, Camerún, 1962) paseaba sonriente por la exposición y no paraba de repetir una y otra vez su historia: "Mi primera fotografía la hice el 14 de septiembre de 1975, tenía 13 años". Acababa de entrar a trabajar como aprendiz en un estudio de fotografía en Bangui, capital de la República Centroafricana. "Aprovechaba las colas de los carretes que utilizaba en el estudio para hacerme autorretratos que mandaba a la familia. Amo la fotografía, la adoro, y la aprovecho para guardar mi juventud y hacerla eterna", comenta.

Desde entonces, Fosso no ha parado de autorretratarse, tal cual o, en los últimos años, asumiendo roles tan dispares como el de hombre de negocios, de una burguesa rica, de un pirata o de un rey africano, maneras distintas de reflejar los tópicos africanos sobre los occidentales y viceversa. "La gente dice que pongo humor, pero yo no soy nada teatral", afirma sorprendido. "Me gusta verme guapo y por eso las fotografías están muy cuidadas. Si no quedo bien en una imagen la rompo", añade Fosso, que ya ha expuesto anteriormente en España ("es el país en el que más se ha visto mi obra") y que tiene una considerable agenda internacional que no le impide mantener su estudio de fotografia tradicional ("aún hacemos fotografías de pasaporte y retratos para mandar a la familia") en Bangui. La séptima edición del encuentro africano de fotografía de Bamako le dedicó una exposición retrospectiva que se incluye en la selección de la bienal que hasta el 1 de junio se presenta en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona.

La urbanidad centró los encuentros africanos de fotografía de 2007

Es la cuarta vez que el centro acoge estos interesantes encuentros africanos que en los últimos cuatro años ha dirigido el crítico Simon Njami (en 2007 se dedicó a la urbanidad). La selección, a cargo de Pep Subirós, incluye unas 200 fotografías de artistas de diversa procedencia, desde Madagascar (fantásticos los pictóricos paisajes de Pierrot Men) a Suráfrica (el fotoperiodista Fanie Jason ofrece un poético trabajo sobre el caballo en la ciudad), en la que cada uno ofrece una mirada subjetiva sobre la ciudad y las maneras que tienen sus habitantes de vivirla.