Un certamen de lo que no se ve

La nanotecnología, la manipulación y fabricación en una escala tan pequeña que es invisible si no es con microscopios, tiene, a pesar de su nombre, mucho de ciencia básica, pero su desarrollo comercial empieza a ser importante. Una prueba es Nano Tech, la feria más destacada del sector, que ha celebrado esta semana su octava y más internacional edición en Tokio bajo el lema Nanotecnología Verde. Allí han acudido 22 empresas e instituciones para presentar la nanotecnología y la nanociencia españolas en un pabellón promovido por el Instituto de Comercio Exterior (Icex) y coordinado por la Fundación Phantoms.

Es el segundo año que España tiene pabellón propio en Nano Tech, y en este caso es de los mayores internacionales. Antonio Correia, presidente de Phantoms, explica desde Tokio que España ha llevado una combinación de empresas, universidades y centros de investigación que ofrece una amplia gama de productos y servicios, tanto para la empresa como para otros centros de investigación. También señala que la feria es un escaparate ideal para comprobar qué productos ya están funcionando en el mercado y cuáles son los actores internacionales más importantes en el mundo de la nanotecnología. Electrónica y materiales son las dos áreas más avanzadas en productos.

En este sentido, Diego Lafuente, delegado en la feria de la Federación de Centros Tecnológicos de España (Fedit), recuerda que Estados Unidos, ausente del certamen, ya ha tomado la delantera mundial en número de empresas que venden nanotecnología. Le sigue a mucha distancia el Reino Unido, pero Japón es un actor muy importante en cuanto a inversión en esta área.

En la feria de este año han participado más de 600 empresas y organizaciones de 21 países, con mayoría japonesa, y han acudido unos 50.000 visitantes. De ella Lafuente destaca que hay cada vez más empresas industriales grandes que abren su propio departamento para desarrollar productos en nano-. "Las novedades que más me han llamado la atención están casi todas relacionadas con electrónica", comenta desde Tokio. Ejemplos son las tintas basadas en polímeros conductores y semiconductores que imprimen circuitos flexibles sobre diferentes sustratos, e incluso baterías para alimentar estos circuitos y las pantallas enrollables, basados en nanoelectrónica y nanofotónica.

Una institución participante ha sido el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que ha presentado en Nano Tech su cartera tecnológica en esta área. Son 25 patentes en áreas como los materiales avanzados, el almacenamiento y la transmisión de energía, la salud y el medio ambiente y las tecnologías de la información y las comunicaciones. En todos estos campos hay aplicaciones de esta tecnología que se mueve en la escala de los 0,000000001 metros, cercana al tamaño de las moléculas.

"Se puede decir que estamos poniendo una nanopica en Japón, un país líder en nanotecnología", comenta Pedro Serena, uno de los representantes del organismo público de investigación en esta feria. Correia recuerda que el paso por la feria del CSIC desembocó en un acuerdo con JST (su equivalente en Japón) para realizar proyectos estratégicos en temas importantes como el tratamiento de agua.

La Fedit ha llevado a 10 de sus asociados a Tokio para presentar avances como nanopartículas de oro, que se utilizan para la diagnosis prematura de tumores cancerosos, materiales de matriz polimérica resistentes al fuego o nanoarcillas que hacen que los alimentos duren más.