José Marín Guerrero, delegado de la Generalitat en Alicante

Sus dos vocaciones fueron el periodismo y la política, y una cosa le llevó a la otra. José Marín Guerrero, delegado de la Generalitat valenciana en Alicante, falleció ayer a los 69 años de un infarto, instantes después de acompañar al consejero de Infraestructuras, Mario Flores, a una presentación.

Tras el acto oficial admitió sentirse indispuesto, los servicios de urgencia intentaron reanimarle y le trasladaron al Hospital General, donde falleció minutos después.

Nació en Lorca (Murcia) el 19 de enero de 1940, pero se trasladó a Alicante cuando tenía unos 20 años. Fue entonces cuando aprobó las oposiciones de funcionario en el Cuerpo de Aduanas donde trabajaba por las mañanas, y pronto empezó a escribir tribunas de opinión en la prensa local. Luego ejercería de periodista político y económico en el diario La Verdad de Alicante, donde narró los primeros compases de la transición alicantina. "Lo que no hagas a los 30 años, no lo harás ni a los 40 ni a los 50", solía decir a los periodistas más jóvenes de la Redacción. Y tras 25 años de periodismo, dio el salto a la política, donde entró de la mano del entonces presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana.

Marín Guerrero era un hombre discreto, que siempre se ha mantenido en un segundo plano y ha huido del protagonismo político, era conciliador y muy trabajador. Su carrera política arrancó en septiembre de 1996 cuando fue nombrado director territorial de la Consejería de Educación y Ciencia, y desde 1999 asumió el cargo de delegado del Consell en Alicante.