Miguel vuelve a la casa del crimen

Miguel Carcaño, supuesto asesino de la joven sevillana Marta del Castillo, reconstruyó ayer ante el juez el crimen que, presuntamente, perpetró hace tres semanas y ocultó con la complicidad de su hermano y dos amigos. La policía y el juez obligaron a Miguel a narrar la discusión que mantuvo con Marta, en qué punto exacto de la casa la golpeó y los pasos que dio a continuación junto a sus tres cómplices. Durante cuatro horas la policía acompañó al magistrado en el registro de la casa y se incautó de varias bolsas con posibles pruebas.

El objetivo del registro, en el que también estuvo el hermano del presunto asesino, Francisco Javier D. M., detenido el lunes, era aclarar las contradicciones de los confusos testimonios de los presuntos actores del crimen. Miguel, por ejemplo, ha declarado cuatro veces ante la policía y sus relatos difieren mucho del de sus amigos, el menor Javier G. y Samuel Benítez. Este último no fue llevado ayer al registro porque negó haber participado en el crimen durante su declaración ante el juez, a pesar de que había confesado su autoría ante la policía.

Los investigadores no descartan nuevos arrestos por encubrimiento

El abogado de Samuel, que sí estuvo presente en el registro, aseguró que su defendido le ha contado que ha sido agredidio durante los tres días que estuvo detenido por la policía. El lunes Samuel pidió al juez ser examinado por un médico forense, pero el magistrado se lo denegó. Su letrado ha presentado un escrito de protesta.

La causa sigue abierta, y los investigadores no descartan nuevos arrestos derivados de las confesiones de los últimos detenidos. El círculo de jóvenes que conocían el crimen y que podrían ser imputados de encubrimiento podría ampliarse. "Es un caso abierto y seguimos trabajando para inculpar a todos los que tengan responsabilidades", informó ayer a los periodistas el jefe superior de policía de Andalucía Occidental, Enrique Álvarez Riestra.

Hoy está previsto que el hermano de Miguel pase a disposición judicial. Mientras, Instituciones Penitenciarias ha optado por trasladar a Miguel a la cárcel de Morón (Sevilla) y a Samuel a la de Huelva por razones de seguridad para alejarlos "del foco" de los hechos, después de que ambos ingresaran el lunes en la prisión de Sevilla I, donde durmieron en celdas separadas y acompañados por un "preso de confianza" de la dirección de la cárcel. En sus nuevos destinos los dos seguirán incluidos en el Protocolo de Prevención de Suicidios que se les aplica desde que entraron en prisión.

A la vez que prosigue con la investigación, más de 150 efectivos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado continúan buscando el cuerpo de Marta en el Guadalquivir. Su hallazgo se considera esencial para añadir certeza a lo que ocurrió en la casa de Miguel la tarde del 24 de enero. Además, la concreción de las causas de la muerte determinará los delitos que se les puede imputar a los detenidos. Hoy se unirán al operativo nueve perros de la Guardia Civil expertos en buscar personas y cadáveres.

El interés que ha generado el caso y la importante presencia de menores tanto entre los implicados como entre los amigos de la víctima y sus verdugos, ha llevado a que desde diversas instituciones se pida prudencia en el tratamiento informativo de estos hechos. La fiscalía de Sevilla ha abierto diligencias sobre varios programas de televisión que han entrevistado a menores, sobre todo a la última novia del asesino confeso, una joven de 14 años llamada Rocío.

La ministra de Educación, Mercedes Cabrera, se sumó ayer a esta petición y recomendó "discreción" a los medios, mientras que la consejera andaluza de Igualdad y Bienestar Social, Micaela Navarro, lamentó la "falta de escrúpulos" de algunos medios. . El Consejo Audiovisual de Andalucía, un órgano consultivo del Gobierno de Manuel Chaves, ha encargado un estudio de todas las informaciones emitidas sobre el tema desde el pasado viernes en las televisiones locales, Canal Sur y la desconexión territorial de TVE.