Economía reduce al mínimo las subvenciones para primar los créditos

Los continuos anuncios de ayudas a diversos sectores justo antes del comienzo de la campaña electoral infundieron la sensación de que en Galicia llueven los millones. Pero la filosofía de trabajo de la Consellería de Economía, y por extensión de sus organismos inversores, -el Igape, las sociedades de capital riesgo y las de garantía recíproca-, está cambiando. El año pasado concedió 750 millones de euros a través de distintos instrumentos para ayudar a las empresas en apuros. Pero sólo el 13% fueron ingresados por los destinatarios como subvenciones directas. Del resto, 524 millones, se facilitaron vía préstamos, 62 en forma de avales y otros 61 millones fueron invertidos a través de Xesgalicia, la gestora de sociedades de capital riesgo.

La morosidad también afecta a las líneas de crédito del Igape

Esta política responde, según el conselleiro de Economía, José Ramón Fernández Antonio, a su idea de "impulsar la recuperación económica y evitar que muera el tejido productivo", haciendo que las empresas dejen de ser meras receptoras de dinero público.

Para este año la previsión reduce todavía más las subvenciones directas y aumenta de manera proporcional las de carácter reembolsable. De la anunciada inyección de 2.012 millones para luchar contra la crisis, apenas 31 se concederán a fondo perdido, el 1,5%. Los préstamos a bajo interés se llevarán la mayor parte de lo presupuestado, en total 1.263 millones. La línea de avales se ampliará hasta los 500 millones de euros y las sociedades de capital riesgo invertirán 118 millones en sectores de futuro.

Pero como ocurre con los créditos bancarios, Economía no ignora que la morosidad está creciendo como la espuma. Por eso, al igual que hace la banca con dotaciones extraordinarias a sus fondos para cubrir insolvencias, la Xunta está realizando algo parecido con las Sociedades de Capital Riesgo. El pasado jueves, el Consello aprobaba un re-aval de 50 millones para las operaciones que está desarrollando Xesgalicia. El objetivo es el de incrementar la cobertura de los riesgos.

La Xunta también juega con otras herramientas, como hace el ICO. En colaboración con 20 bancos y cajas, el año pasado concedió 88 millones de euros en 488 proyectos para el apoyo al capital circulante. Son las entidades financieras las que evalúan los riesgos de cada solicitud, autorizando o denegando el crédito.

Las líneas de apoyo financiero de la Xunta también comprometieron un buen número de recursos ajenos al presupuesto de la Consellería de Economía. El ejemplo está en los 500 millones en préstamos del Instituto de Crédito Oficial articulados a través del Igape, o el préstamo del Banco Europeo de Inversiones de 200 millones para nuevos proyectos. Este último fue el mayor recibido por una agencia de desarrollo regional para financiación de empresas en toda Europa.

Este año ya se ha autorizado una nueva línea de 100 millones de euros con recursos captados del mercado de forma directa para otorgar préstamos de entre medio millón y tres millones de euros. "Hemos sido una comunidad autónoma pionera en adoptar medidas", asegura Fernández Antonio.