Proyectos en vía muerta
Varias iniciativas se eternizan en Alicante por rivalidades políticas
La política, en determinadas ocasiones, en vez de solucionar problemas los crea y eterniza. En Alicante un rosario de iniciativas importantes, demandadas por la ciudadanía y esperadas durante años, siguen en vía muerta por intereses y rivalidad política. Entre las iniciativas que duermen el sueño de los justos, aunque la prensa y los políticos recurren a ellos cada dos por tres, figuran el soterramiento de las vías de RENFE, con la nueva estación Intermodal para la llegada del AVE, el proyecto de Casa del Mediterráneo, el Centro de Congresos, la rehabilitación de la sede de Correos y el nuevo cuartel de la Guardia Civil.
Las obras del tren de Alta Velocidad en la provincia de Alicante están adjudicadas en un 98% de su trazado. Sin embargo, el proyecto corre un serio peligro de atascarse debido a la complejidad que supone el soterramiento de las vías del tren a su llegada a la ciudad de Alicante. La sociedad Avant, integrada por el Ministerio de Fomento, la Generalitat y el Ayuntamiento de Alicante, tienen previsto reunirse, por fin, a finales de febrero en busca de un acuerdo. El objetivo es que el AVE llegue a la ciudad en 2012. Pero hasta tal punto la llegada de la alta velocidad a Alicante está enquistada (el presupuesto del soterramiento se ha disparado en 400 millones y habrá que definir la aportación de las distintas administraciones) que se da por hecho ya que el AVE llegará a Alicante a una estación provisional.
La Casa del Mediterráneo es la obra que crea más recelos políticos
La Casa del Mediterráneo es el proyecto que nació con recelos y cierta incredulidad por parte de los dirigentes del PP. Fue el presidente del Gobierno, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, que en un mitin de las pasadas elecciones municipales anunció que Alicante sería sede de esta institución diplomática que albergaría reuniones, seminarios y foros internacionales de ambas riberas del Mediterráneo. La Generalitat, en manos del PP, no dio crédito a esa promesa, luego cuestionó incluso su ubicación y planteó llevarla a Valencia. El Gobierno calcula que el impacto económico de la Casa del Mediterráneo para Alicante equivaldrá a la de una exposición universal debido a la celebración de un millar de actividades. Sin embargo, pasan los meses y todavía no se ha constituido formalmente el consorcio que debe gestionar la institución. Las tres administraciones implicadas han previsto en sus presupuestos el dinero necesario para empezar a caminar, pero la falta de voluntad política impide poder hablar de una sede provisional (hasta rehabilitar la definitiva, en la vieja estación de Murcia) o de las primeras actividades.
Nada más llegar Alperi a la alcaldía de Alicante, en 1995, su prioridad fue dotar a la ciudad de un Palacio de Congresos, una instalación demandada por los hoteleros y por muchos empresarios locales. El acuerdo municipal, unánime de PP y PSPV para su construcción data de 2002, pero los contratiempos y retrasos se han ido sucediendo. La ubicación inicial, prevista en el monte Benacantil, fue descartada por los tribunales tras años de polémica. La propuesta causó un fuerte rechazo vecinal y también del propio PSPV, que fue uno de los que acudió a los tribunales. Alperi, al final, tuvo que cambiar de idea y optó por trasladar el palacio al barrio de la Sangueta, frente a la playa del Cocó. La previsión era iniciar las obras a principios de 2009, pero el Ayuntamiento admite que será "a lo largo de este año" cuando empiecen los primeros trabajos para que pueda estar casi concluido en 2011. El PSPV denuncia que el Ayuntamiento no ha convocado desde junio la comisión de seguimiento para informar del proyecto.
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