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EL ESPECTADOR | ELECCIONES 2009 | La campaña
Columna
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Si hoy es martes, esto es Lugo

En la campaña de las elecciones generales de 1996, creo, a la entonces ministra de Asuntos Sociales y entonces socialista Cristina Alberdi le escuché con estas orejas invocar en un mitin en el Colegio Curros Enríquez, en el barrio de Monte Alto de A Coruña (en el que siempre comenzaba las campañas Paco Vázquez) el siguiente argumento electoral: "¿Cuántos de vosotros no vistéis el mar por primera vez gracias a las excursiones del Imserso?". El mar estaba (estuvo siempre) a menos de cien metros, pero el público aplaudió educadamente.

En unos comicios generales, los primeros espadas de la capital (los paracaidistas, en el argot periodístico y político) sufren una variante del jet lag denominada Si hoy es martes, esto es Bélgica, título de una divertidísima parodia de los viajes organizados (If It's Tuesday It Must Be Belgium) dirigida por Mel Stuart en 1969. Pero en unas autonómicas, llega el fin de semana y la first class política se deja caer desde Madrid como orensanos en agosto por Samil. A finales de los años 80, Coalición Galega (sus restos) de Lugo llegó a insertar un irónico anuncio en prensa deseándoles una feliz estancia, buen viaje de vuelta y que se volviesen a pasar por la provincia cuando quisiesen.

Como tiene más tiempo -y desde luego más ganas de salir de Madrid- Rajoy ya se vino el viernes. Para encontrarse con una nueva bomba, la de las presuntas irregularidades del número uno por A Coruña, Carlos Negreira en su gestión al frente de Portos de Galicia: "De eso sabrán en el PSOE o en la Xunta", despejó. Público dedicaba su portada de ayer al asunto. Ya no se puede descansar ni en provincias, aunque sea la de uno. Ayer intervino en uno de sus espacios más queridos: la plaza de toros de Pontevedra. Será de los pocos actos que hará en una ciudad, porque el presidenciable popular prefiere ser Feijó09 que el candidato del PP y ha despachado al jefe al rural, donde la gente no pregunta por lo de Garzón. Los informativos nacionales de la COPE, que hacían de su crónica electoral un monográfico de las andanzas del que denominaban "el presidente Mariano Rajoy", destacaba que en Camariñas compró en un mercadillo un pañuelo para su señora.

En el campo socialista, los ministros, y a mayores Rodríguez Zapatero y su antecesor Felipe González, han venido en rebatiña, sin hacerle ascos siquiera a encuentros sectoriales, esos de medio ciento de asistentes del mismo ramo. Todos pastoreados discretamente y en la sombra por José Blanco, que no se sabe si está o va y viene, pero sí que es el que tiene más background de lo que pasa aquí. "Ayer, en Ourense coincidieron Rajoy y la número tres del PSOE en España, Leire Pajín. Pudo haber una foto de ambos en la puerta de una televisión local, pero se evitó. No están los tiempos para imágenes de concordia", contaba Anxo Lugilde en El Progreso, al tiempo que dejaba caer su impresión de que los candidatos locales se contagiaban de la aprehensión de los foráneos.

Un teórico contagio del que teóricamente están libres los nacionalistas. "Si antes daba un poco de pena la soledad del BNG, ahora producen lástima los gallegos del PSdeG, obligados a hacer de anfitriones de ministros desgastados o desconocidos que pueden meter la pata en cualquier momento, o esos pepés autóctonos que no tienen más remedio que hacer de guías de dirigentes de Génova, con sus maletas llenas de los líos de allá", analizaba el fenómeno en El Correo Gallego Carlos Luis Rodríguez. "A diferencia de otras campañas, el nacionalismo cuenta con candidatos cuya gestión resiste perfectamente las comparaciones. La vivienda pública se asocia con Teresa Táboas y no con, y no con, cómo se llama... Beatriz Corredor (confiesen que ustedes tampoco se acordaban). Fernando Blanco ha dejado sin espacio político en Galicia a su colega Sebastián".

En el arranque de la campaña, Quintana sí se ha encontrado con un paracaidista, según destacan todos los cronistas de la campaña del Bloque. En una reunión con usuarios de galescolas (usuarios y padres) en A Coruña intervino un autodefinido "castellano (sic) del Bierzo" que le reprochó que no podría bailar con su padre, dependiente sin ayuda. "Dependientes ya los había antes, pero nosotros creamos 57 centros de día", no se arrugó el candidato nacionalista, que además aprovechó la interrupción como argumento en el mitin que dio por la noche en As Pontes. Pues eso, hasta la próxima.

HACE CUATRO AÑOS

- Segundo día de campaña: sábado 4 de junio de 2005.

Aquel día, Fraga dio un mitin en Viveiro (Lugo), Anxo Quintana en Monforte de Lemos (Lugo) y Emilio Pérez Touriño en O Carballiño (Ourense).

- Manuel Fraga candidato del PP a la presidencia de la Xunta. "Hay que ir a votar, y si el 19 es día de playa, se tendrá que joder la playa".

- Emilio Pérez Touriño (PSdeG). "La primera cacicada que veamos, a la Junta Electoral. Hay que votar con libertad. No nos hace falta robar, sólo que no nos roben, con eso vale".

Touriño dijo también, refiriéndose a los insultos en campaña: "Pasó el tiempo del insulto y la intolerancia, no queda tiempo para la provocación. Ahora tenemos que hablar de lo que importa, el empleo estable".

- Anxo Quintana (BNG). "Que Fraga no se haga pasar por hombre del medio rural, nació en coche oficial y conoce las aldeas porque las ve desde la ventanilla".

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