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Bancaja descarta la entrada del Gobierno en el capital bancario

El beneficio neto atribuido del grupo cae un 29,63% tras una provisión de riesgo

Miquel Alberola

El presidente del Grupo Bancaja, José Luis Olivas, defendió ayer en Valencia la solidez de cajas y bancos y consideró innecesarias las aportaciones de capital generalizadas por parte del Gobierno, como se han hecho en otros países europeos. A diferencia de lo planteado hace unas semanas por el director de Caja Mediterráneo (CAM), Roberto López, quien entreabrió la puerta al Gobierno ante la necesidad de una mayor base de capital, Olivas consideró que los cauces adecuados de colaboración con el Estado son las líneas de financiación del Instituto de Crédito Oficial.

Como muestra de ese vigor, exhibió el resultado recurrente de 501 millones (un 2,08% más) obtenido por el grupo en 2008. El beneficio neto atribuido de Bancaja se situó en 346 millones de euros, un 29,63% menos, después de que haya realizado una provisión voluntaria para riesgos, siguiendo las indicaciones generales de la Confederación Española de las Cajas de Ahorros, de 225 millones.

El volumen de negocio del grupo se situó en 173.563 millones, con un aumento de los activos del 6,94%, espoleado por la mejora de la actividad crediticia, hasta 21.500 millones en nuevas operaciones (un 5,20% más). Olivas insistió en que los créditos concedidos por la entidad han crecido muy por encima de la economía (se han reducido un 30% respecto a 2007, mientras que la economía lo ha hecho en un 70%). Frente a los empresarios que critican el cierre del grifo crediticio, aseguró que Bancaja aprueba dos de cada tres operaciones planteadas, aunque sopesa con mucho rigor la viabilidad de los proyectos. En cuanto al futuro, Olivas auguró que se van a presentar pocos proyectos, ya que la previsión del crecimiento de la economía es negativo.

Bancaja cerró el año con un índice de morosidad del 4,28 con una cobertura del 56,80% (en 2007 era del 0,85 con una cobertura del 230,4%). Por segmentos, el 49% de esta mora se debió al negocio inmobiliario, el 13% a empresas y el 34% a particulares. El director general de Bancaja, Aurelio Izquierdo, pronosticó que 2009 será un año duro para el segmento de particulares, y que éste será uno de los problemas de más difícil resolución para las entidades financieras. Por su parte, Olivas aseguró que, ante la previsión de aumento de la morosidad, la entidad pondrá en marcha herramientas de alerta.

Frente al 8% de solvencia exigido por la normativa, el grupo se situó en el 11,17% y prevé su refuerzo a través de la emisión de participaciones preferentes por 1.000 de euros y de deuda subordinada. Olivas descartó por el momento la emisión de cuotas participadas. Bancaja Inversiones también seguirá demorando su salida a Bolsa, ya que "lo razonable es esperar a que los mercados se tranquilicen". Por su parte, Bancaja Hábitat obtuvo unos resultados "poco significativos" de cinco millones de euros.

Olivas expuso que Bancaja está abierta a hablar de fusiones, aunque advirtió de que la posibilidad no está en los planteamientos del grupo, que requieren centrarse en la gestión. "Si hay un planteamiento interesante, lo estudiaremos", condicionó. Con todo, defendió que las fusiones tienen que ser voluntarias y no producirse bajo presiones políticas. El presidente admitió que hay algunas previsibles, "pero bastantes menos de las que se pueden pensar".

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Sobre la firma

Miquel Alberola
Forma parte de la redacción de EL PAÍS desde 1995, en la que, entre otros cometidos, ha sido corresponsal en el Congreso de los Diputados, el Senado y la Casa del Rey en los años de congestión institucional y moción de censura. Fue delegado del periódico en la Comunidad Valenciana y, antes, subdirector del semanario El Temps.

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