La crisis dispara los impagos en pequeñas y medianas empresas
El importe de los fallidos aumenta en un año el 84%
Los gerentes de las pequeñas y medianas empresas se encuentran cada vez con más dificultades para cobrar sus deudas. El empeoramiento de la situación económica -caída del consumo, falta de liquidez, aumento del desempleo...- derivó en 2008 en un repunte en el impago de efectos de comercio como no se había visto en muchos años. El volumen de morosidad aumentó el año pasado un 84%, hasta los 21.130 millones de euros.
Los efectos de comercio son las promesas que se hacen las empresas entre sí por escrito (a través de pagarés, letras de cambio y efectos aceptados) de pagar cierta suma de dinero en un plazo, normalmente entre 60 y 90 días. El proveedor acude con ese papel a su entidad financiera para que le adelante el dinero; el problema viene cuando vence el plazo y el deudor no ha abonado lo comprometido: el banco lo descuenta inmediatamente e incluso aplica una penalización. Este sistema de financiación está especialmente extendido entre las pymes, con más dificultades para acceder a las grandes líneas de crédito.
Los datos hechos públicos ayer por el Instituto Nacional de Estadística suponen un fiel reflejo de la coyuntura actual: desciende el consumo y la confianza de los consumidores, lo que hace que no se cumplan los compromisos de pago. Las dificultades que ponen las entidades financieras para conceder créditos agravan esta situación.
El incremento experimentado en 2008 por el importe de efectos impagados es el mayor de los últimos años. Además, el número de impagos ha repuntado hasta llegar a los 6,7 millones, lo que supone un crecimiento del 32%. El 5% de los casi 390.000 millones de euros de efectos de comercio vencidos resultó impagado, un 1,5% más que un año antes.
Los sectores más afectados por este aumento de la morosidad son el de equipamiento del hogar, automoción, textil y construcción, apunta el secretario general de la Confederación Española de Comercio, Miguel Ángel Fraile, que prefiere quitar hierro al repunte de la morosidad. "No es para alarmarse. Partíamos de unos índices muy bajos de morosidad; por lo que cualquier crecimiento en términos absolutos supone un importante aumento en porcentaje".
La Confederación Española de Comercio teme que los próximos meses seguirán arrojando datos negativos. "Las medidas del Gobierno todavía no han surtido efecto. Podrán aliviar la situación en el segundo semestre del año", confía Fraile.
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