Italia acusa a Valverde
El Comité Olímpico dice que tiene análisis de ADN que prueban la implicación del murciano en la Operación Puerto
A la una de la tarde, ayer, Javier Valera, secretario del equipo Caisse d'Épargne, recibía en su oficina una llamada desde Roma de Marco Arpino. "Soy el director de la Oficina Antidoping del Comité Olímpico Italiano [CONI]", le dijo Arpino. "Le llamo para convocar a su corredor Alejandro Valverde el lunes 16, a las 12, en nuestra sede del Estadio Olímpico de Roma para que responda a las acusaciones de dopaje a través de la llamada Operación Puerto". Casi tres años después de que la Guardia Civil desarticulara el entramado de dopaje a través de transfusiones de sangre organizado por Eufemiano Fuentes, el ciclista murciano, cuyo nombre se ligó desde el principio sin pruebas exhaustivas a la Operación Puerto, se enfrenta por primera vez a una acusación formal y directa de dopaje.
El CONI sostiene que una bolsa de plasma hallada a Eufemiano pertenece al corredor
El ciclista se muestra "indignado" y no se plantea acudir el lunes a la cita con la fiscalía
"Las pruebas son", dice Ettore Torri, fiscal antidopaje del CONI, "que el análisis en el que hemos cruzado el ADN del corredor con una muestra de plasma de la bolsa número 18 de las halladas en las neveras de Eufemiano Fuentes ha resultado positivo. Ese plasma es suyo, y en ese plasma había restos de EPO". Las autoridades italianas obtuvieron el ADN de Valverde en un control antidopaje efectuado en Pratonevoso en julio pasado, al término de una etapa del Tour. "Y la bolsa de sangre la hemos logrado", dice Arpino, "a través de una requisitoria internacional, una comisión rogatoria, que ha aceptado el magistrado Antonio Serrano, el instructor del caso, tal como aceptó la petición que nos permitió obtener la muestra en el caso de Ivan Basso". En los listados de Fuentes con los contenidos de sangre de sus neveras, junto al número 18 figura el nombre Valv-Piti, que se asocia con el ciclista ya que su perro se llama Piti.
Sin embargo, y a menos que cambie de opinión en los próximos días, Alejandro Valverde no estará el lunes en Roma. "Se han tirado a la piscina", dijo el corredor, que está participando en la Vuelta a Mallorca, convencido de la ausencia de pruebas contra él. Más tarde, en un comunicado, precisaba sus razones, recordando de entrada que ni él ni su equipo han recibido notificación escrita alguna "para comparecer ante el CONI o cualquier otro organismo", reiterando su disposición a comparecer voluntariamente ante cualquier organismo que le convoque para esclarecer hechos de dopaje, y mostrando su "sorpresa e indignación" con las informaciones publicadas hasta el momento sobre su ADN y su presunta bolsa. "Desconozco con qué otros datos se intenta contrastar o comparar los valores del control de Pratonevoso para deducir mi posible implicación en un intento de dopaje", dice Valverde. "He manifestado en múltiples ocasiones mi predisposición al contraste de mis valores sanguíneos con las pruebas que obran en la instrucción judicial, siempre que la autoridad competente a estos efectos la solicitase".
"Si no se presenta", recuerda Arpino, "y no muestra ninguna justificación objetiva, el CONI lo podrá sancionar inmediatamente para correr en Italia, y solicitar a la Agencia Mundial Antidopaje que extienda la sanción a todo el mundo". Una sanción limitada a Italia, sin embargo, bastaría para privar al corredor de participar en el próximo Tour, su gran objetivo de la temporada, pues la etapa 16ª transcurre por el Valle de Aosta.
Ni en el Consejo Superior de Deportes, ni en la Federación Española de Ciclismo, que se mantenían ayer a la espera y expectantes, tenían más información que la publicada en las webs. En los dos últimos años Valverde ha contado a su favor con el apoyo del CSD, que lo defendió en público cuando las acusaciones pudieron privarle del Mundial de Salzburgo 2006, de la federación española, que asumió su defensa jurídica cuando la UCI y la AMA trataron de impedir su participación en el Mundial de Stuttgart 2007, y de su equipo -algunos de cuyos dirigentes consideran que el CONI va de farol, que no puede tener ninguna prueba contra Valverde y que sólo quieren que se autoinculpe: "Y estamos convencidos de que hay un descontrol absoluto sobre las bolsas, tan grande que creemos que invalida su uso como posible prueba"-, que cree que, en todo caso, la relación de Valverde con Eufemiano se mantuvo sólo hasta 2004, cuando corría en el Kelme, equipo del que Fuentes era el médico.
Sin embargo, fuentes del CONI aseguraron ayer a este diario que entre las pruebas que han conseguido para acusar a Valverde existe una bolsa marcada con el número 18, datada en mayo de 2006 y que no choca con el ADN del murciano.
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