Michelle Obama, vista por la cámara de Annie Leibovitz

Michelle Obama se presenta oficialmente en el mundo del glamour a través de la revista Vogue. La implacable Anne Wintour, editora jefe del Vogue USA, ha convencido a la primera dama de EE UU para que pose en un amplio reportaje para el número de marzo.

La encargada de realizar el reportaje ha sido la prestigiosa fotógrafa Annie Leibovitz, que ha acompañado a Barack y Michelle Obama durante muchos meses de la campaña electoral y que el día de la toma de posesión tuvo acceso al círculo más íntima de la familia.

La foto de portada fue obtenida en enero. En ella Michelle aparece sentada en un sofá beis en el hotel Hay-Adams de Washington, en el que los Obama se alojaron los días previos a la investidura, según explicó ayer el diario The Washington Post.

Asegura que es feliz tras haber traspasado la barrera de los 40

Michelle lleva un vestido color magenta del modista Jason Wu, el mismo que diseñó el vestido blanco que llevó la primera dama en los bailes de la toma de posesión.

La pose es muy similar a la que adoptó en septiembre de 2007, cuando aún era sólo la esposa de uno de los candidatos a la Casa Blanca, y Vogue ya le dedicó un reportaje: una mano en el cuello.

En las páginas interiores es el diseñador de origen cubano Narciso Rodríguez quien viste a Michelle. En una de las fotos aparece frente a una ventana abierta desde la que se ve la Casa Blanca con un vestido negro y sosteniendo el auricular de un teléfono antiguo.

En el reportaje, escrito por el redactor jefe de Vogue, la primera dama habla de la adaptación de la familia Obama a la vida en la capital, y asegura que quiere estar al día de la educación de sus hijas en su nueva escuela.

Con esta aparición, Michelle se convierte en la segunda esposa de un presidente de Estados Unidos en ser retratada en esa portada. La primera fue Hillary Clinton, en 1992.

La primera dama ha explicado que se mantiene en forma haciendo ejercicio -cuatro veces a la semana, siempre que su agenda se lo permite- y que está feliz tras traspasar la barrera de los 40 porque "tiene la capacidad de disfrutar de la vida". Así lo confesó a Tonya Lewis Lee en la edición norteamericana de otra revista, Glamour.